—YiFan, quiero saber si...
La mano lo soltó y el inmediatamente cayó al suelo alfombrado a pesar de que intentó afirmarse del escritorio. Estaba tan concentrado en igualar su respiración y en ahuyentar las lágrimas que cubrieron sus ojos que no tuvo ni idea de quién lo salvó. Mayor no pudo ser su sorpresa cuando vio a ChanYeol junto a otro tipo parado debajo del marco de la puerta.
—Lamento interrumpir —fue la única mierda que se le ocurrió decir al bastardo. Si BaekHyun tuviera fuerza le gritaría algo.
Por suerte, fue el tipo que lo acompañaba quien le dio un codazo e ingresó a la habitación para ayudarlo. A ese hombre lo vio por algún lado, pero no sabía quién era, aunque no por eso no se dejó ayudar.
—YiFan, ¿cuántas veces hemos hablado de que no quiero que hagas mierdas de estas en la oficina? Tienes todo el resto del recinto para hacerlo, pero aquí no.
Lentamente se irguió y se afirmó del escritorio. Una vez que estuvo completamente de pie se llevó las manos al cuello y acarició donde anteriormente presionaron, notando los relieves que quedaron marcados debido a los dedos ajenos.
—Maldito bastardo —susurró con dificultad, ganándose un chasquido de lengua por parte del rubio y una mirada sorprendida del desconocido.
—¿Quién es este chico?
—El chico de ChanYeol —respondió YiFan sin darle mucha atención y volvió a sentarse en su escritorio.
—¡No es mi chico! —respondió rápidamente el aludido y con paso firme ingresó a la habitación.
—A partir de ahora seguirá siéndolo. —El rubio miró a BaekHyun al decir aquellas palabras y él comprendió que con eso el tipo firmó el contrato.
ChanYeol tuvo intenciones de hablar, pero el sujeto desconocido se le adelantó, se acercó a BaekHyun y le extendió la mano.
—Soy JunMyeon. Me encargo del área de relaciones humanas.
Elevó una ceja, incrédulo. ¿Relaciones humanas? ¿Dentro de esa mierda había humanos? Al parecer, su confusión fue evidente, porque el rubio tuvo que explicarle.
—Es mi colega directo y se encarga de que esta mierda sea "legal". —Mierda. YiFan incluso hizo las comillas con gesto de manos y todo—. ¿Ustedes por qué están aquí? —preguntó el rubio hacia el pelinegro, quien bufó, al parecer molesto por que recién le prestaran atención.
—Quiero hablar contigo. —ChanYeol le dirigió una mirada a BaekHyun y luego espetó—: A solas.
Estuvo muy tentado a reírse con ironía, pero caminó lentamente hacia la salida de la habitación. Después de todo, aún le dolía el cuerpo a morir y todavía recuperaba el aire. Una vez fuera apoyó la espalda en una de las paredes, aprovechando que estaba solo en el lugar se pasó con frustración la mano sana por el cabello, desordenando este y bufando luego. ¿En qué mierda se metió? ¿Cómo haría que ChanYeol volviera a confiar en él?
—Que me jodan... —susurró para sí mismo mientras apretaba los ojos y gemía, molesto y amurrado, como un niño pequeño.
—BaekHyun, necesitamos hablar.
Se asustó al escuchar la voz grabe hablarle desde lo alto, cosa que lo hizo desequilibrarse e irse hacia atrás, pasó a llevar una mesilla que hacía de base para una vasija y estuvo a punto de verla en el suelo si no fuera por sus rápidos movimientos. Sonrió nervioso una vez que la puso correctamente en su lugar y ChanYeol solo se mantuvo ahí con el ceño fruncido, tan evidentemente enojado que BaekHyun supo que no sería bueno hablar con él, para nada.
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Infamia • || ChanBaek || [Corrigiendo]
Fanfiction|•| Sin siquiera proponérselo terminó formando parte del lado infame del mundo; algo oscuro, morboso y ajeno a la vida normal que llevó hasta ese momento. Desagradable, putrefacto y repugnante. No obstante, ese lado infame no esperó encontrarse con...