Profesor Park

XIII.

El ruido de la cerámica haciéndose pedacitos retumbó en la cocina. Ese era el tercer plato que rompía de la vieja vajilla de la abuela Do, Kyungsoo ahora si iba a correrlo de su casa. De inmediato corrió por la escoba al cuarto de lavado y comenzó a limpiar en silencio, de reojo miraba al pequeño chico comer sus vegetales sin hacer ningún ruido y sin despegar su mirada del plato.

-No tienes que comerlo si no te gusta, ya sé que no soy muy bueno cocinando pero cuando me llegue la paga quincenal me inscribiré en ese curso barato de cocina mexicana, Jongin me dijo que amabas los tacos.-

-No tienes que hacerlo Yeol, no es como si te fueras a quedar aquí por mucho tiempo.- se levantó para llevar su plato al lava vajillas. Abrió la llave del grifo y con un trapo comenzó a limpiar los restos de comida del plato que se había roto y manchado las puertas de madera de la alacena inferior.

Era bastante difícil lidiar con Chanyeol y las marcas de las quemaduras saliendo por su espalda baja al verlo agachado tratando de recoger cada vidrio. Había estado intentando que presentara una denuncia por ello, pero el alto simplemente se negaba alegando que todo iba a estar bien, aún no tenía idea de cómo es que Kris se había enterado de que había estado dándole polvo a Luhan, no podía haber otra razón para que sus hombres lo golpearan y le propinaran fuertes toques eléctricos que habían quemado y causado llagas en su piel de esa forma tan brutal.

-Al menos el tiempo que me quede voy a cocinar algo delicioso, es lo menos que puedo hacer para agradecerte que no me dejaras dormir en la calle cuando Calabacita y yo peleamos por el sillón.- el grifo se cerró de forma abrupta. El más bajo lo miró con el ceño fruncido pero esta vez su mirada no era fría, más bien era de lástima y al mismo tiempo impotencia.

-¿Hasta cuando vas a fingir que todo está bien? ¿De verdad no vas a presentar cargos a los tipos que te hicieron eso? ¿Seguirás escondiéndote en mi casa en lugar de salir a pelear por tu libertad? El mundo te ha hecho creer que no vales nada, que ya ni siquiera quieres respingar si alguien te pone una mano encima de esa manera, eres grande y a la vez tan tonto. ¿Como puedes vivir así?- el alto terminó de recoger los pedazos de vidrio y sonrió encogiéndose de hombros.

-Recibía palizas peores todos los días, creo que me he acostumbrado a que todo el mundo me pisotea y yo solo deba quedarme callado y agradecer por ello, si no me golpearán más fuerte.- se volteó a agarrar la escoba y llevarla a su lugar.

-Eres un idiota.- Chanyeol se giró y por primera vez le dirigió una mala mirada a Kyungsoo.

-¿Has estado en prisión alguna vez? ¿Sabes lo que sucede detrás de los barrotes? No tienes ni la menor idea de cómo cada día que pasa te va haciendo perder tu propia identidad, cada castigo y tortura te van haciendo más vulnerable hasta que un día aprendes a aceptarlo y a no replicar pues sabes que así las palizas serán cortas. No tienes ni una maldita idea de todas las veces que quise gritar, que rogué por alguien que me ayudara, pero en la cárcel nadie es tu amigo, todos te juzgan por el motivo que llegaste ahí y esa es toda la reputación que te acompaña en tu estancia. ¿Sabes por qué me encerraron Kyungsoo?- su cuerpo se irguió y dio un par de pasos hacia el frente intimidando al más bajo.
-Estuve 3 años en prisión por que asesine a un hombre, solo por que quería proteger a un amigo. Un asesino no puede ir y pedir que la ley lo proteja por que yo para la sociedad y para el mundo no merezco vivir.-

-¿Asesino?- Jongin estaba parado en la puerta de la casa de Kyungsoo, este maldijo por dentro al haberle dado una llave para cuando tenían sus sesiones acaloradas de besos y algo más. -Kyungsoo aléjate de él.-

Chanyeol sonrió como si ya estuviera tan acostumbrado a ello, caminó hasta la habitación empolvada donde estaba su pequeña maleta y comenzó a meter todas sus cosas que estaban en la sala ante la mirada del par.