Profesor Park

XVI.

El café en su mesa ya se había enfriado, después de un rato pidiendo disculpas ahora habían comenzado un pequeño juego de rozarse la entrepierna a plena luz del día en la cafetería escolar. Sabía que no podía estar mucho tiempo enojado con el moreno y estaba a punto de pedirle que fueran al armario de pinturas donde solían tener sexo casi todos los días, pero su teléfono en el bolsillo comenzó a sonar.

-Profesor Do venga a la oficina principal por favor, es de carácter urgente.-

A penas iba a tocar la puerta cuando esta fue abierta. Del otro un par de madres ayudaban al pequeño chico a mantenerse de pie. Miró a su vientre abultado y parecía que se movía con cada contracción, luego miró hacia el suelo y parecía que se había hecho del baño en plena dirección.

-¿Sor magdalena que está sucediendo?-

-Profesor Kim que gusto verlo, espero que trajera su auto hoy por que es una emergencia, debemos ir al hospital. El Lic. Luhan esta a punto de dar a luz.-

Lo próximo que hicieron fue correr como locos por los pasillos a la mirada expectante y curiosa de los estudiantes, llegaron al estacionamiento y le lanzó las llaves del auto a Soo, Jongin estaba todo histérico haciendo los ejercicios de relajación respiratoria que una de las monjas le indicaba a Luhan hacer, las madres tomaban sus manos con fuerza  y la apretaban cada que venía el dolor.

-Mierda Soo, ¿puedes conducir más rápido?- el nombrado le echó una mala mirada por el espejo retrovisor.

-Pues entonces deja de hacerte el ridículo y ven a conducir tú.-

-No es eso, es que Luhan- la madre superiora se giró a ver el estado del chico, lucía pálido y sus ropas estaban marchándose de sangre proveniente de su vientre.

-Oh santa mierda. Agárrense fuerte, Luhan resiste ya vamos a llegar.- el embarazado solo seguía sacando el aire cada vez más fuerte por su boca, su frente estaba empapada de sudor y comenzaba a sentirse mareado, las contracciones se iban haciendo más seguidas y lo estaban agotando.

-Sehun... alguien llame a mi esposo, el está... Sehun está.- su vista se nubló y cayó inconsciente en el regazo del moreno. Kyungsoo no supo cuántos altos se pasó hasta que estacionó en el hospital. Seguramente le darían una infracción por eso, pero las circunstancias lo ameritaban.

Una enfermera les había dado las pertenencias de Luhan mientras este entraba de urgencia a la sala de cirugía. Al parecer su bebé nacería de 7 meses y tenían que sacarla antes de que muriera ahí dentro. La sala de espera estaba llena de monjas y dos chicos uno con un poco de sangre en sus ropas. La excitación y calentura habían pasado a segundo término, ya podrían reconciliarse una vez la situación de Luhan y su hija mejoraran. Llevaban ya casi dos horas de que había entrado a quirófano y no tenían noticias de ellos.

-Señorita ¿dónde está mi esposo? Me llamaron de su trabajo que lo habían traído aquí ¿por favor dígame cómo está? ¿Ya lo atendieron? ¿Cómo está el bebé?- un hombre joven, bastante atractivo, se revolvía el cabello todo nervioso mientras pedía como desesperado informes sobre su esposo.

-¿Cuál es el nombre de su esposo?-

-Luhan, Oh Luhan.-

Un doctor salió todavía con ropas quirúrgicas a la sala de espera.

-¿Familiares del señor Oh Luhan?- el médico se quedó un poco pasmado y en silencio al ver al grupo de monjas y a los dos hombres que lo rodearon de pronto. -¿Todos ustedes son familiares?-

-¡Yo soy su esposo!- un hombre pelinegro de traje costoso grito al fondo y todos se hicieron a un lado mirándolo con asombro. Si bien sabían que el esposo de Luhan era un hombre con un buen estatus económico, jamás se imaginaron ver a un chico con ese porte que podía intimidar a cualquiera, era obvio que Luhan no tenía la necesidad de trabajar, pero su esposo quería que se sintiera útil y feliz de ejercer su carrera así que no había tenido inconvenientes para dejarlo trabajar aún en su estado y con un embarazo de riesgo, al principio pensaron que el tipo era un irresponsable  pero luego supieron que le había ocultado a su marido el verdadero estado de salud de su futuro bebé.