El señor Byun se aflojaba el nudo de la corbata constantemente, estaba bastante nervioso que incluso sus manos no dejaban de sudar, sus pantalones comenzaban a mojarse de las rodillas pues estaba limpiándose el sudor con ellos.
-Tranquilo, estaremos bien, vas a pelear por tus derechos y vamos a ganar este caso. La perra de tu ex no te quitara a tus hijos.- el hombre asintió una y otra vez intentando convencerse. Le importaba poco el dinero o los bienes materiales, podía dejarle la casa y todo lo que ella peleara, pero no podía dejar a ninguno de sus hijos a su cargo. -Ya me viste en el juicio de mi hijo, cuando quiero soy despiadado con mi defensa, Baekhyun se quedará contigo, lo prometo.-
El juez entró pidiendo a ambas partes tomar asiento. La mujer que tantos años fue su esposa lucía radiante y en calma como siempre, parecía que muy poco le estaba afectando todo aquello mientras el se removía en su asiento intentando acomodarse las mangas de su camisa. Si lo analizaba mejor, siempre había lucido indefenso y mucho más pequeño que ella, nunca fue algo que le importara por que creía que era justo lo que a él le faltaba y se complementaban. Mientras el era inseguro, temeroso y algo torpe, ella era una mujer llena de confianza, con los suficientes pantalones para llevar las riendas de su matrimonio y de su vida, tenia carácter, era fuerte y no le temía a los retos, en algún punto de su vida la comodidad se apoderó de él y le dejó a ella controlarlo todo, se había desentendido de la crianza de sus hijos por que creyó que ella podía tomar las mejores decisiones, pero ahora que veía las consecuencias se lamentaba mucho.
-Espero que ambas partes llegaran a un acuerdo, en caso de que no discutiremos los términos y repartiremos los bienes a partes iguales, así mismo le entregaremos la custodia del hijo menor a uno de ustedes.-
El abogado Park expuso sus términos y condiciones de su cliente y futuro con suegro. Había pruebas contundentes de que Byun Minhee no estaba bien de la cabeza, había estado consumiendo somníferos y tranquilizantes, su realidad estaba empañada por una idea fanática, pero su abogado tampoco era alguien fácil.
-Su señoría, mi clienta ha declarado que puede cederle todos los bienes materiales al señor Byun, siempre y cuando el le ceda la custodia de su hijo menor, Byun Baekhyun. Como sabe, el aún no cumple la mayoría de edad estipulada por la ley y no hay mejor custodia que su madre.-
-Objeción su señoría, no estamos hablando de un niño pequeño si no de un joven de casi 21 años, le faltan solo 3 meses para cumplir la mayoría de edad, es ridículo que se le siga tratando como a un ser inmaduro incapaz de decidir por su cuenta, además la clienta del señor Kim ha demostrado que no es totalmente apta para criar a sus hijos, no cree que debería ser Baekhyun el que tiene que decidir.-
-Muy bien abogado Park, dejemos que el muchacho decida.-
Después del descanso, la gente comenzó a ingresar de nuevo a la sala. La pequeña mano de Baek era sostenida por las manos grandes de Chanyeol. Estaba acariciando con movimientos circulares su dorso con ambos pulgares, todas esas emociones podían afectarle en su estado y temía por la salud de ambos, besó sus cabellos intentando calmarlo antes de ser llamado a declarar, Chanyeol sintió la mirada de su suegra, detrás de esa pose altanera y de que nada le inmutaba, sabía que estaba furiosa y podría arrancarle los cabellos uno por uno si pudiera. Desde aquella cena en casa de los Byun se dió cuenta que no le agradaba por su aspecto e imagen de rebelde, pero ahora que había limpiado su nombre seguía sin agradarle. Le dedicó un asentimiento de cabeza, pero ella le volteó la cara sutilmente.
En el fondo sabía que no podía hacer nada para cambiar las decisiones de su hijo, debía aceptar que no había sido la mejor madre y se la pasaba viviendo de las apariencias. Su egoísmo la había llevado a hacer y decir cosas de las que ahora se arrepentía, pero lo que más le causaba pesar en su corazón, era que un tipo como Chanyeol Park fuera la elección de Baekhyun. Era un ex adicto, tenía antecedentes penales, lucía como un vago a pesar de venir de buena familia, se había acostado con cientos de hombres y mujeres en el pasado, había fingido ser profesor y aún así parecía que todos sus pecados le habían sido perdonados. En esos momentos se sentía abandonada por el ser supremo al que siempre le rezó, como es que ovejas negras como él podían tener una segunda oportunidad, sin embargo ella, que toda su vida actuó de la manera correcta, se había perdido tan fácil en el camino.

ESTÁS LEYENDO
Profesor Park
Teen FictionEl profesor Park está en agonía. En sus días en la universidad, es un chico de mierda y ahora tiene que enseñar en la universidad más religiosa de la ciudad, donde les enseñan a los chicos a no predicar el sexo antes del matrimonio. De alguna manera...