Profesor Park

XIV.

-No, claro que no voy a dejar que alguien le haga daño a mi bebé ¿Te volviste loca mamá? Eso podría ser muy peligroso no solo para mí hijo, también para mí.-

-Deja de llamarlo hijo, esa cosa no es un bebé, es el fruto de tu pecado con ese tipo. Te imaginas lo vergonzoso que será, todos van a señalarte y todos dirán que ese niño es hijo de un asesino que te engatuso y te embarazó. Nosotros no te educamos así.- Baekhyun no pudo más rompiendo en llanto, de ninguna manera sería capaz de deshacerse de su pequeño e indefenso bebé, ese sería un pecado aún peor según las enseñanzas de sus padres, por eso no entendía que demonio había poseído a su madre para hacerla perder los estribos de esa manera y querer acabar con todo como si fuera solo una pelusa en tu ropa que puedes fácilmente quitar. Eso era lo único que le quedaba de Chanyeol ahora que no tenía idea de dónde demonios estaba y que había pasado con él.

Esa tarde cuando fue a buscarlo a su casa y decirle lo que estaba pasando se encontró con la peor escena que pudo imaginar. La puerta de su departamento estaba abierta, todo estaba tirado y roto y manchas de sangre en el suelo, casi toda la ropa estaba dentro de los cajones y en su armario estaba esa chaqueta negra que Chanyeol solía usar casi todo el tiempo sobre sus ropas. No podría haber ido a otro lado voluntariamente sin llevar sus cosas. Su viejo auto estaba con las llantas desinfladas y con un graffiti en el parabrisas semi quebrado que decía "estas advertido".

No tenía idea de que había pasado pero en el fondo mantenía una pequeña esperanza de que su novio no lo había abandonado como parecía. Había querido ir a preguntarle al psicólogo Luhan, pero se había tomado un par de días por problemas personales así que estaba ahí al borde de la desesperación aferrándose a  la chaqueta negra como si su vida dependiera de ella mientras su llanto desgarrador era todo lo que podía salir de su garganta.

-¿Te has vuelto loca mujer? ¡Es tu hijo y ese bebé es tu nieto! No es algo de lo que puedas deshacerte así tan a la ligera, es una vida inocente, además Baekhyun casi es mayor de edad y tiene toda capacidad de decidir en esto, no voy a dejar que mi hijo muera desangrado en un quirófano solo por que tu te empeñas en querer arreglar las cosas a tu manera. Si de verdad te importa lo que la iglesia pueda pensar entonces deberías desistir de tus ideas impulsadas por la ignorancia.- su esposo se tallaba la cara frustrado.

-Que no te das cuenta que todo el mundo nos señalará, seguramente no podremos volver a mirar a nadie dentro de la iglesia por que todos sabrán que nuestro hijo quedó embarazado antes del matrimonio, todas me van a cuestionar y sabrán que no supe llevar a mis hijos por el camino del bien.- los gritos se escuchaban hasta a fuera de la habitación.

-Tal vez esto no habría pasado si dejaras de darte aires de grandeza como la mujer perfecta en los cafés con tus amistades y te hubieras ocupado de hablar con los niños sobre esto en lugar de satanizar todo acto de amor. Siempre me prohibiste hablarles de su sexualidad y todas esas cosas que seguramente experimentaron y descubrieron solos y en parte esto es mi culpa por escucharte.- un golpe se estampó en la mejilla de su marido.

-Claro que no, esas cosas no se deben de hablar en la casa ni con los padres, mira Junmyeon, el creció bien sin necesidad de pervertir su mente con esas cosas inmorales.- el hombre se toca la mejilla que ha quedado marcada con la mano rojiza, camina hacia ella tomándola bruscamente por los hombros, ella lo mira con superioridad a pesar de que acaba de levantarle la mano a su esposo.

-¿Tú crees que creció bien? Por favor, se escapa todas las tardes con un muchacho mal vestido y tatuado en una motocicleta, se sale en las noches para encontrarse a escondidas con esa persona y muy seguramente no está acudiendo a ningún seminario, no creo que estés ciega, es que no lo quieres ver, nuestros hijos no están mal, eres tu la que se ha vuelto una completa desconocida para nosotros así que se acabó.-