IV.

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-Tengo que advertirte que mi auto no es muy cómodo y tal vez huele extraño, pero te acostumbras después de un rato.- tomó la basura que había enfrente y lo aventó hacia la parte de atrás. Sacudió el asiento para quitar las cenizas y esperó a que el chico se subiera para ayudarle con las muletas y cerrarle la puerta.

Las fosas nasales de BaekHyun se inundan de un olor a tabaco mezclado con algo más que no puede reconocer fácilmente, see colocó el cinturón de seguridad y la mochila en las piernas. Observó a ChanYeol encender el auto, en la radio hay una canción de rock que resuena a todo volumen, en el piso del auto hay más restos de ceniza y un condón, que parece estar usado se esconde debajo del tapete, en el techo hay posters de bandas de los 80's.

-Su auto es lindo.- ChanYeol lo mira con incredulidad y suelta una carcajada leve. -Lo digo enserio, tiene su toque personal y eso lo hace lindo.- 

-No se si sea un cumplido, pero te diré gracias.- Baek se ríe, tratando de ignorar el hecho de que su profesor tuvo sexo en su auto con alguien más, lo que no sabe, es que ese condón fue usado solo para no manchar el tapiz de los asientos, aquella vez que tuvo que hacerse una paja en el estacionamiento, pensando en sus lindas caderas y gordo trasero, pero no es como si el profesor fuera a contárselo.

-¿Dónde aprendió a tocar guitarra? Sé que solo la estaba afinando, pero se escuchaba muy bien.-

-Te sorprenderías. Estaba viendo una película, escuela de Rock ¿la conoces?, me gustó tanto que quería ser como los chicos de la banda así que para la próxima navidad pedí una guitarra y trataba de imitar sus movimientos, después mi madre vio que no era solo un capricho y me llevó a clases particulares.-

-Es muy bueno con las manos profesor, tiene un talento divino.- Chanyeol lo tomó con otro sentido y se sonrojó imaginándose todo lo que sus manos querían hacerle a ese chico. Después se llevó una mano a sus mejillas tratando de procesar el hecho de que se había sonrojando por alguien más, desde LuHan eso no le había pasado con nadie y menos tan seguido.

-Es aquí.- Baek señaló con su índice la calle de en frente. -Muchas gracias por traerme.- se quitó el cinturón y agarró sus muletas. Era bastante torpe y no sabía bien cómo usarlas, pero la enfermera le dijo que solo sería por unos días, así que no tenía que acostumbrarse en realidad, ChanYeol se reía al verlo intentar por su cuenta, se bajó del auto y corrió para abrirle la puerta, cuando el chico lo vio tomar sus cosas y ayudarlo, de nuevo tenía esa cara de expectación, sumado a ese brillo que no dejaba de quemar en sus ojos.

El sentimiento de incomodidad comenzaba a invadirlo, los labios de BaekHyun se entre abrían y la punta de su lengua se asomaba nerviosa queriendo empapar sus labios. Un pequeño jadeo casi inaudible abandonó sus labios y sentía que iba a tener que pellizcarse ambos testículos para dejar de pensar en cosas sucias.

-Te llevaré hasta la puerta, agárrate de mi hombro.- BaekHyun asintió nervioso y se aferró fuerte a los brazos tonificados de su profesor, las puntas de sus dedos picaban por apretar sus hombros y luego morderlos, se preguntaba si sería demasiado atrevido soltar un cumplido sobre lo bien que se sentían, pero que pensaría ChanYeol de él, seguramente no le gustaría escuchar eso de un chiquillo como él.

Al entrar ChanYeol quedó anonadado por los cuadros e imágenes religiosas que adornaban todos los rincones del hogar, tenía un conflicto interno con eso, le causaban escalofríos todavía, a pesar de tener un par de meses en esa escuela, seguía sin poder acostumbrarse a los ojos acusatorios de esas pinturas. Se sentía tan expuesto cada que tenía una imagen en frente, solo Dios sabía todas las mierdas que había hecho en sus mejores años, pero aún así no podía tener suficiente temor como para dejar de mirar las piernas del chico rubio.

Profesor ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora