This Love (Only) Hurt Us - Chaesoo (BLACKPINK)

Eight

Los sentimientos de ambas eran cada vez más fuertes.

Jisoo no podía evitar sentir amor por todas y cada una de las hermosas palabras de la rubia, palabras que olvidaba cada vez que ésta misma marcaba su cuerpo de forma bruta.

Cortaba, aruñaba, mordía y quemaba su piel, dejando fuertes moretones en ella.

Si todo hubiera sido diferente, y Roseanne hubiera sido valiente y hubiera aceptado sus sentimientos de una buena forma a la mayor, ella habría correspondido.

Jisoo llevaba meses correspondiendo los sentimientos de la rubia. Y claro que se daba cuenta de las miradas que Roseanne lanzaba hacia ella.

También de los celos que se asomaban cada vez que alguien se acercaba de más.

Y obvio tampoco podía pasar desapercibido sus celos cuando dijo que aceptó salir con Junmyeon.

Ella también se equivocó.

Si no hubiera tomado a Suho marioneta para darle celos a la menor, nada de esto habría sucedido.

Aunque no pasa el hecho de que tiene un cierto rencor hacia él hombre, pues este mismo intentó abusar de ella sin su consentimiento. Sin consultarlo antes con ella y solo porque Rosé le había dicho.

Así no funcionaban las cosas.

Se levantó del suelo, aprovechando que Rosé se había ido y había dejado las esposas sin seguro para el "bienestar" de Kim. Claro, no dejó nada peligroso en la habitación con lo que la mayor se pueda hacer daño ni pueda tratar de atacarla.

Y obviamente, la puerta está segura.

Misma puerta que en unos segundos se abre y cierra nuevamente, dando paso a cierta rubia.

-Hola, ¿cómo estás?- pregunta la alta chica.

-Bien, supongo. ¿Tu?- responde y pregunta.

-Ahora que estoy aquí contigo, mejor- sonríe. Esa sonrisa derrite el corazón del la pelinegra e inconscientemente también sonríe.

-Me alegro. ¿Tienes pensado hacer algo hoy?- pregunta nuevamente.

-No, tranquila. Contigo nada- la mayor suspira con alivio.- Pero... Si necesito que me ayudes cel algo- finaliza. A la mayor se le ponen los pelos de punta. Los favores de Roseanne no eran nada buenos.

-¿Que favor?- pregunta Jisoo.- Si se puede saber, claro- termina.

-El favor está en las escaleras- dice yendo a estas y abriendo la puerta con las llaves que tenía en las manos.- Un chico con una bolsa de tela en la cabeza sale siendo arrastrado por Rosé hasta esposarlo en la pared, como hacia con todos.

Esa era su posición de tortura favorita, así estaban vulnerables y listos para sufrir.

-¿Quien es?- pregunta Jisoo.

-Sabes quien es, te lo aseguro- quita la bolsa de la cabeza del chico y muestra la cara de Christopher Bang.

-¿Que hace él aquí?- Jisoo estaba aterrada, aún más por saber cuál sería el final del joven chico.

-Recuerdo que hace un tiempo, el estaba detrás de ti. Y si tuviera que torturar y asesinar a todo aquel que quiere estar contigo, probablemente nunca acabaría. Pero lastimosamente el fue uno de los que alcancé a notar muy insistentes. Pobre, hasta aquí llego su estadía- finaliza.

Jisoo traga saliva ruidosamente.

-¿Y donde entro yo?- pregunta.

-Tu, tu le darás el último orgasmo de su vida- responde.- Ah, y me ayudarás con su cuerpo-

Jisoo vuelve a tragar saliva, no entendía por qué si se supone que no quería que nadie la tocara ni que ella tocara a nadie, la ponía a hacer esto.

-¿No se supone que yo no puedo tocar a nadie ni dejar que nadie me toque?- reta.

-Es la única vez que te dejaré, debemos al menos dejarlo disfrutar un segundo- responde.- Ahora, comienza-

Empuja a Jisoo hasta el cuerpo del  chico y coloca un algodón con alcohol en este, en la nariz de él.

Él chico despierta poco a poco, recordando lo que había pasado.

Ve a dos rostros conocidos al frente suyo, miró extrañado a la chica desnuda frente a él y a la otra cambiada, pero con una cara seria.

-Comienza, Kim. Quiero ver el espectáculo- ordena la neozelandesa.

Tendrás que leer el siguiente capítulo para enterarte de lo que pasará.