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Visitó a su tío en Texas, pero sólo estuvo allí un par de días, fue extraño verlo después de mucho. Cuándo la matriarca de la familia Gallagher falleció, la familia se distanció, Quinn no sabía mucho de su familia paterna, sólo que no les gustaba el modo de crianza de sus padres, ya que parecían descuidarla.

Su estadía en Nueva Orleans fue divertida, pero efímera; su compañero recibió una llamada de su tía de Carolina del norte, necesitaba ayuda, entonces le ofreció trabajo, techo y comida a Quinn. Sin embargo, hicieron una parada en Virginia Occidental por accidente, para la mala suerte de los viajeros, el auto se detuvo allí y no quiso partir. La joven Gallagher vivió allí de niña y sabía a que mecánico recurrir, William Shapiro, un buen viejo amigo de su abuelo, quién sabía todo lo que ocurría en ese pequeño pueblo a en la frontera de Virginia.

-William Shapiro.

-Quinn Gallagher. Woah, veo que ha pasado tiempo-murmuró mientras abrazaba a la menor-. ¿Qué haces por estos lares?

-Pasaba por aquí y el auto en el que venía se averió ha dos esquinas de aquí-respondió, le dio un par palmadas antes de separarse.

-Oh, te sigo-dijo, lanzó la colilla de su cigarrillo lejos antes de seguir a la menor-. ¿Sabes algo de abuelo? ¿Eh?

-No, pero todos sabemos que jamás pudo superar lo de mi abuela, Will.

El señor de avanzada edad asintió y prefirió no decir nada más durante su caminata. Ella suspiró, no hablaba mucho de su familia, más por rara formar de educar de sus padres, más que nada.

Shapiro revisó el auto, llamó una grúa, parecía haber un problema con el motor, mientras Steve hablaba con él, Quinn se distrajo con una mariposa y salió del establecimiento, sintió los rayos del sol sobre su piel y cerró los ojos. Oyó música, sonaba muy alto, abrió un ojo y notó una camioneta, que venía muy lejos, pero a una gran velocidad, eran unos adolescentes celebrando que habían acabado las clases y que tenían una casa en la playa vacía.

-Hey-escuchó. Abrió ambos ojos para mirar con atención a cada muchacho que venía dentro del vehículo, rió levemente, les sonrió.

-Hola-se tambaleó levemente sobre sus pies-, ¿por qué tanta prisa, chicos?

-¿Y tú, por qué tan sola?

La menor rodó los ojos, pero sonrió. Aceptó ir con ellos, Steve debía quedarse por problemas con su tarjeta. Shapiro les dio un advertencia antes de irse.

Quinn podía recordarlos de la primaria, gracias a su memoria eidética, pero dudaba que fuera reciproco, así que sólo mencionó que ya había estado allí. 

Estuvo con ellos sólo ese fin de semana, ya para el lunes a primera hora se encontraba en la carretera.

Frunció el ceño cuando una camioneta Volkswagen se detuvo en el otro lado, en otro carril.

-¡Hey! ¿Estás perdida?-habló una chica morena, sin importarle el chico que conducía, se inclinó más hacia la ventana izquierda.

-¿Qué? Eh, no. Voy a Outer banks.

-Mi nombre es Kiara, somos de allí--

-¡No es cierto! Ella vive en la parte de rica, no cuenta- habló alguien en la parte de atrás, la chica Gallagher se levantó sobre sus talones y observó al muchacho, sonrió divertida.

—Soy Quinn—murmuró sin apartar los ojos del rubio.

Los tres, de los cuatros adolescentes dentro del vehículo, no les parecía buena idea invitarla, pero Kiara Carrera no podía evitar evitar su actuar de buena samaritana y así contagiando a John B.

—¡Súbete, Quinn!—exclamó John B, el muchacho que conducía y le sonrió amablemente cuando la joven se sentó en el asiento del copiloto.

☀️☀️☀️

Abrazó a Lana y al momento de corresponderle, ella le acarició cabello.

—¿Dónde está, Scooter?—preguntó, se sentó en la silla de la punta de la mesa para poder verla.

—Está con el Sr. Cameron—respondió dándole la espalda y revisar la olla.

—¿Aún?—murmuró, Lana emitió un ajá—. Una mierda, ¿le pagará por las horas extras?

—Q—chasqueó la lengua.

La menor rodó los ojos. Sabía lo que sucedía y le molestaba que nadie hiciera algo, es como que sí le hubieran quitado la voz y las personas de Outer Banks fueran mudas.

Llevaba ya un mes de Outer banks, se ha ganado la vida a base de propinas y mandados, tiene dos trabajos y ayuda mucho a Lana y a Scooter.
Pero siempre debe haber una mancha. Un problema.

𝘼𝙐𝙏𝙊𝙎𝙏𝙊𝙋, outer banksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora