Historias entre sabanas

Día 1

Tema: Voyeurismo.

Pareja: Bakudeku

¿Qué es Voyeurismo? Es un tipo de fetiche, básicamente consiste en obtener excitación sexual mientras se observa a alguien desprevenido que se está desvistiendo, que está desnudo o en plena actividad sexual.

Este one shot fue escrito y corregido en una noche de borrachera y originalmente estaba en otra historia ("Dominante") que hice pero termine borrando porque me la plagiaron, extreme precauciones y lea con el celular agarrado con ambas manos, amén. ;)

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Deslizo con sensualidad aquella bata blanca por su pecoso y pequeño cuerpo, antes de liberarse completamente de ella volteo de reojo al mueble que estaba sobre el lava manos y dio una amplia sonrisa burlona que oculto en seguida con una mirada seductora, por fin dejo caer la prenda a un lado de la tina de baño, antes de meterse a la tina una risa contagiosa y preciosa se pudo escuchar proveniente del mismo ojiverde. Se volteo y por fin su voz se hizo presente.

—¿Disfrutando de la vista, Jefe? me entristece bastante que la que dueña de la empresa no le haya enseñado ningún modal es este niño caprichoso.—las últimas palabras fueron dichas casi ronroneado, haciendo que del otro lado del aparato un asombrado cenizo tragara saliva y dejará de masajear apresuradamente su erección como si alguien lo hubiera visto.

Nunca pensó que su secretario fuera tan sexy, pero lo que lo tenía tan asombrado era que la cámara no haya sido apagada o incluso que el dueño de los ojos jade no estuviera enojado, incluso parecía que el pequeño bastardo lo estaba disfrutando. Una voz tenue lo saco de sus pensamiento haciendo que prestara de nuevo atención a la pequeña pantalla.
—Creí que esto era sólo un viaje de negocios, nunca creí que mi jefe tuviera esta clase de juegos con los empleados.— se giro dejando ver por fin aquel voluptuoso trasero, que si bien siempre estaba escondido por unos pantalones de vestir, que claro dejaban ver la perfecta figura, verlo así sin nada que lo cubriera sólo alimentaba más el deseo de enterrarse en él y el creciente bulto de su entre pierna. Izuku camino de regreso a la tina con paso firme y seguro, movía sus caderas deliberadamente como si de una pasarela se tratase.
Adentro una pierna y luego la otra quedando de pie adentro de aquel objeto blanco brillante, el agua estancada que cubría casi llegando a las rodillas se desbordo por los costados cuando el menor se sentó por fin. El ojicarmín veía aquella escena con total descaro, pero mayor fue su sorpresa al ver cómo aquel secretario separaba sus piernas y volteaba a ver aquella cámara relamiendo sus labios que se suponía estaba muy bien escondida.
—Bakugou... ¿quieres ver cómo puedo tocarme?— más que una pregunta parecía incluso una súplica, el mayor hablo por fin activando el micrófono.
—Hazlo, ahora.— el pequeño sin más y con una sonrisa de triunfo comenzó a mover su mano deslizándola por su abdomen haciéndolo tortuosa y lentamente ante la mirada de su jefe. Tomo su falo y apretando el glande de vez en cuando comenzaba con una masturbación simple, la cual poco a poco se iba haciendo más y más rápida, inundando los oídos del mayor con sus pequeños gemidos de placer.
—Metete los dedos, quiero ver cómo satisfaces ese sucio agujero tuyo.— la voz de Katsuki sonaba ronca, haciendo que el menor se estremeciera ante aquella tonada.
Abrió aún más sus piernas, no necesito humedecer nada puesto que el agua ayudaba un poco al acceso, insertó un solo dígito arrancando un gran suspiro de incomodad, pero después de unos segundos el placer inundó su ser animándose así a insertar uno más y luego otro, dentro de él sabía que deseaba algo aún más grande dentro de él pero se conformaría con el simple hecho de saber que tenía a su jefe excitado y deseoso y lo mejor de todo es que era por él.

Metía y sacaba sus dígitos con gran experiencia sin dejar de masturbar su pene, el liquido preseminal se hacia presente cada vez con mayor abundancia. Salió de la tina y apoyó ambas manos a la misma inclinándose totalmente dando una vista suprema a su rosada y apetecible entrada.

—¡Mhg! Katsu-ki.— Los escandalosos gemidos resonaban en aquellas paredes decoradas por vitro pisos celestes. El escuchar a su secretario erótico decir su nombre entre gemidos le había arrancado un gruñido y la excitación emanaba de su cuerpo dejando así liberada por fin su erección y sin perder tiempo comenzó a subir y bajar su mano con total frenesí, haciendo que por fin ambos llegaran al tan ansiado orgasmo.

—¿Cómo sabías que era yo?— pregunto aún con la voz agitada y tratado de recuperarse después su orgasmo. Una risita maravillosa hizo que fijara de nuevo su mirada en el monitor, ya tenía al pequeño Deku enfrente de la cámara.

—Si viene a mi cuarto ahora mismo le cuento todo lo que el jefe quiera.— Midoriya apago la cámara y Bakugou se apresuro a salir, esa noche el Voyeurismo no sería suficiente.