Historias entre sabanas

Día 3

Tema: Descubiertos

Pareja: Bakudeku

Lenguaje vulgar, algunos fetiches. DoggyStyle

Universo sin quirk.

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Había que ser tonto para no darse cuenta que el "patito feo" que solía ser Izuku ahora ya no lo era más, después de pasar un proceso largo y deprimente en su vida en secundaria, con burlas y acoso su vida daría un giro de 180 grados después de conocer, a su ahora manager, Toshinori quien lo reclutó e instruyó para convertirlo en un gran modelo Playboy.
A sus tan solo 17 años, el modelo de ojos jade poseía una cantidad absurda de dinero en el banco y el puesto número uno en el modelaje en toda Europa y Asia ¿y cómo no? Sí el pequeño tenía muy buen cuerpo haciendo mención principal por su estrecha cintura, grandes caderas y un buen formado trasero, una cara de Ángel bañada en preciosas pecas y esos maravillosos ojos verdes con destellos.

—Hijo.— hablaba el mayor. —Mañana a las 3:00 tienes una cita con la agencia de los Bakugou, recuerda comportarte que tu pasado no repercuta en lo que tienes hoy.— mencionaba el mayor mientras entregaba el folleto de aquella agencia de ropa tan prestigiosa.

 
—Lo sé, lo sé... es solo que sabe como es mi relación con el hijo de la familia. Aunque dudo que me recuerde.— un suspiro de frustración fue aventado mientras leía apresuradamente aquel papel entre sus manos.
Toshinori sabía que su pequeño pupilo tenía aún sentimientos por el egocéntrico hijo de los Bakugou, lo descubrió después de encontrarlo en un momento íntimo en su camerino. Cosa de la cual no quería recordar, puesto que el simple hecho de saber que su allegado se masturbaba con un póster dejaba mucho que desear. Borro esos pensamientos de su mente y se centro en buscar las palabras correctas para animarlo.

 
—Mira joven Midoriya, sí lo ves y te hace sentir incómodo solo ignóralo y has como que no lo conoces ¿te parece?— los ojos jade le dirigieron una mirada de esperanza mientras asentía frenéticamente. Se sonrieron y comenzaron con las actividades programadas del día, borrando así todo tipo de pensamiento negativo en el menor.

[...]

El reloj de su despacho marcaba exactamente las 12:30 y las ansias lo tenían en mal estado, él sabía perfectamente que le había prometido a su manager que se comportaría y haría su mejor esfuerzo, pero es que cómo hacerlo sí desde secundaria tenía un crush terrible con aquel chico -ahora hombre- de cabellos cenizos y sonrisa socarrona. Solo faltaba media hora para que llegaran por él y sabía que debía controlarse.

Cuando por fin llegaron a la agencia, el menor bajo temblando del lujoso auto negro, Toshinori apoyo su mano en su hombro dando pequeñas palmaditas, eso bastaba para hacerle saber que estaría ahí en todo momento no necesitaba sentirse nervioso después de todo no puedes asegurar un futuro con certeza.

La reunión con los Bakugou se torno incluso aburrida, pero fue exitosa a final de cuentas, cerraron tratos millonarios y la marca de los mismos seria elegida para la siguiente pasarela; después de varias conversaciones acerca de que ya era un joven grande y apuesto o incluso que le saludara a su madre cuando la viera hicieron que la reunión se extendiera mucho más de lo previsto. Paso exactamente una hora y media e ilusamente el menor estaba contento después de todo el hijo de los dueños no se encontraba o por lo menos no se lo había encontrado en toda su estancia ahí, mientras caminaba de camino al estacionamiento para esperara a su manager sentía que alguien comenzaba a seguirlo apresuro el paso cuando una voz resonó en el pasillo.

—Así que nos vemos de nuevo, maldito nerd.— Deku detuvo su andar y un escalofrío recorrió su espina dorsal al escuchar tan gruesa voz. Se giró para poder mirar aquellos ojos gránate.