Día #11

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Tema: Hacer el amor
Pareja: Katsudeku (mención de otro ship)
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"Hacer el amor"
Una oración cliché y bastante poderosa. Yo jamás la había mencionado, había tenido sexo casual con muchos para olvidarlo por completo. Sexo en el antro, sexo en la oficina, sexo en moteles donde después de terminar satisfecho recogía mi ropa y me marchaba sin mirar atrás, pero jamás me había tomado el tiempo de escuchar los latidos de un corazón, su corazón que retumbaba con fuerza.

¿Siempre fue así? [...] Quizá desde el principio.

...

Quería mancillarlo.

Quería corromper ese cuerpo cada vez que lo miraba, donde fuera y como fuese. Quería arrancar ese traje pegado y adentrarme en lo más profundo de él. Sin compasión.

Quería mancillarlo. Y ya no sólo en sueños.

Desperté de nuevo con una erección ¡Genial!

Habían pasado exactamente 4 años de su partida y la herida que había dejado aún se encontraba abierta. Habían pasado cuatro años desde que deseé con todas mis fuerzas a otra persona, que ahora solamente se disfraza de un mejor amigo.

Izuku Midoriya. Nombre y apellido que al solo escucharlo me hacía querer reventarle esa bonita cara a golpes. O tal vez no.
No era idiota sabía perfectamente que había un interés hacia mí, sus ojos brillaban sin parar cada que me veía y se apagó un poco cuando la oportunidad nunca le llegó. Sin embargo, su cara siempre me rondaba a todas horas.

Bakugou— A eso me refería, pero ¿donde diablos estaba mi maldito apodo? Voltee a verlo y en sus ojos se veía la determinación.

—¿Qué quieres?— retrocedió un poco y pude notar como tembló ante mis palabras. Jodido. Estaba jodido.

Tengamos sexo— lo mencionó tan pronto y sin dejarme de ver qué no tuve tiempo en responder, no había sarcasmo en su comentario. La sala quedó en silencio y volvió a abrir la boca —Sé que nunca me darás una oportunidad y creo que lo entiendo. Pero solo permíteme tener sexo contigo, no volveré a dirigirte si quiera la mirada— maldito egoísta. Yo, yo era el maldito egoísta.

Tenía tanto miedo de sumergirme por completo y ahogarme de nuevo en un amor que jamás sería fructífero. Sería extraño abrir mi corazón a alguien que solo utilice para llorar en su hombro y empujarlo al darme cuenta que desde hace dos años mi interés crecía a algo más que solo sexo.

Hagámoslo— lo tome de la mano, sin pensarlo mucho realmente. Era solo sexo... solo eso.

El viaje al primer motel de paso fue silencioso y cargado de culpa, posiblemente sólo de mi parte porque él parecía feliz a pesar de su cara de nerviosismo.
Estaba jodido.

[...]
La noche entre sus brazos se tornaba cálida, tanto en el alma como en la epidermis de cada uno. El rozarnos tenuemente con las yemas de los dedos, comenzar con toqueteos inocentes y besos fugaces hacía que el momento de entregarse fuera simplemente mágico, porque sí esa era la palabra correcta que Deku podía expresar en sus pensamientos.

Baje empece dando besos y succiones a su cuello pálido, dejando marcas rojizas. Poco importaba.
Atrape entre mis dientes un rosado pezon arrancando en el momento un gemido majestuoso de aquel ser que estaba bajo mío, no daba tregua a ninguno de los pequeños botones. Pellizcaba, mordía y succionaba, repitiendo acciones.

Por fin llegue a la zona con la que tanto había soñado, separe sus largas piernas níveas, y tembló ante la intromisión de una respiración caliente. Lamí desde sus pesados testículos rosados hasta la punta del pene. Metí su miembro a mi boca succione y comencé a bajar y subir.

Historias entre sabanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora