Capítulo 10: Pueblo olvidado de Pairt

24 11 3
                                    

Después de pasear por el pueblo con Jorge, que muy amablemente se ofreció a ser mi guía para no perderme, decidimos volver a casa, me había comentado que el carruaje ya debía estar listo así que iría con Miles a buscarla para nosotros no quedarnos más tiempo.

Al llegar en eso del mediodía, nos dimos cuenta que ni mi yegua ni el caballo de Benjamín estaba, no le dimos importancia a eso y entramos a la casa, Louisa y Benjamín estaban en el patio hablando, la madre de Jorge no se encontraba, y Miles menos.

—Esmeralda yo iré a buscar el carruaje, tu ve a donde se metió Miles — Dijo Jorge abriendo la puerta para luego retirarse. Fui al patio a donde estaban los muchachos, estos sonrieron al verme.

—¿Cómo están chicos? — Sonreí

—Nosotros bien ¿y tú? ¿cómo te fue en tu paseo con Jorgito? — Dijo Benjamín dándole un tono juguetón, yo le di un leve golpe a su hombro izquierdo mientras los tres reiamos.

—No es lo que piensan, tontos. ¿Han visto a Miles? — Ambos asintieron —Dijo que saldría a pasear con nuestros animales, creo que hacia una laguna que queda por aquí cerca — aclaro Benjamín — ¿Por qué?

—Ya el carruaje está listo y... él ni nuestros animales están aquí ¿hace cuánto se fue? —

—Mmm — Louisa y Benjamín se vieron — Como unas tres o cuatro horas de eso —dijo Louisa tranquilamente como si nada — Nosotros vamos alistar todo, si quieres ve por él, nosotros los esperamos aquí — Asentí y salí a buscar a Miles.

Camine por unos minutos hasta que llegue a la laguna, era hermosa, es increíble tan bellos paisajes que había a mi alrededor y nunca había podido verlos con mis propios ojos por la sobre protección de mi padre. A unos cuantos metros divise a mi yegua, me acerque a ella sobándole su pelaje, estaba tan tranquila comiendo pasto, más adelante vi al caballo de Benjamin comiendo pasto al igual que mi yegua, pero ni un rastro de Miles, ¿será que le ha pasado algo? ¡no! Caminé acercando a una de las rocas que estaba cerca de la laguna, vi una ropa puesta en ella, era la misma ropa que el llevaba puesta, miré el alrededor, pero no lo veía de repente unas manos heladas tocaron mi espalda volteé sobresaltada, era Miles.

Lo observe de arriba abajo, estaba mojado, sin camisa, se podía hacer notar su musculatura bien trabajada que con la ropa no se veía, agarro su ropa de mi mano, me miro extrañado, abrió la boca para decirme algo.

—¿qué paso? ¿Por qué me miras así? — Paso su mano por su cara quitándose las gotas de agua, dirigí mi mirada hacia otro lado, se puso la camisola y sus pantalones — ¿Qué paso, Esmeralda? — Sonrió ampliamente dejando ver su perfecta sonrisa.

—No sabíamos a donde estabas y salí a tu búsqueda, el carruaje ya está listo así que esperábamos por ti — Sonreí de vuelta, el solo me observaba — ¿Nadabas? — Este asintió.

—Bueno, vamos — Caminamos hasta los caballos y nos fuimos a casa de Jorge nuevamente, todos estaban afuera, Benjamín estaba montando el equipaje, Louisa hablaba con la señora Karin y Jorge estaba con ellos.

—¡Venga hombre! ¿Te estabas dando un baño en la laguna? — Dijo Jorge acercándose a nosotros riendo, reí con él.

—El agua se veía fresca, veo que todo está listo — Dijo Miles amargamente.

—Listo para irnos, hermano — Anunciaba Benjamin acomodando a la yegua y a su caballo, y Louisa y yo nos despedimos, no sin antes agradecer por el hospedaje y luego nos montamos en el carruaje.

—Tengan mucho cuidado, pueblo de olvidado de Pairt queda un día de viaje, y viendo la hora que se van llegaran al anochecer a la localidad más cercana, Üraise — Decía la señora Karin acercándose a Jorge y a Miles — Cuídense muchachos.

En Otra Vida - Provincia de AscankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora