Capítulo 17: La vuelta a casa

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Capítulo 17: La vuelta a casa

-          ¡Cuéntanos con pelos y señales todo Abie! – insistía Helena mientras transportábamos cajas de un lado a otro. – Lo único que nos has dicho es lo bien que te lo has pasado, pero, ¿Quién es ese japonesito que ha conseguido atrapar tu corazón? – Llegamos a lo que era mi despacho y deje las cajas en el suelo y al levantarme señalé al poster de Miyavi que aún seguía en la pared. – Estas de broma jajaja… - se rió, pensando que mentía, pero al ver que yo no me unía a ella a carcajadas su boca se abrió de par en par.

-          El primer día que estuve en Japón le salvé la vida y a partir de ahí…

-          ¡Oh! ¡Qué romántico! – dijo dejando caer la caja al escritorio.

-          Jajaja ¡Casi le cae un poste encima! No me parece nada romántico.

-          Menos romántico hubiese sido que se le cayese de verdad. – las dos estallamos a carcajadas. – Tiene que tener mucho dinero…

-          No es precisamente eso lo que me gusta de él.

-          ¡Lo sé! Jejeje y por cierto – dijo bajando el tono de su voz y acercándose más a mi mientras miraba a todas partes para confirmar que estábamos solas. - ¿Cristopher ha conocido a alguien? Parece estar de muy buen humor últimamente. Creía que al final habíais acabado juntos. – parecía un poco decepcionada.

-          Bueno…podría decirse que sí, pero por el momento no ha pasado nada entre ellos. – la disuadí cuando vi que se estaba emocionando – pero no grites, no se mucho de esa relación y Cristopher me mataría si supiese que te lo he contado.

-          ¿Por qué es por lo que te tengo que matar? – Cristopher se apoyó en el marco de la puerta, con una caja en sus brazos y una sonrisa macabra.

-          Yoooo…estooo… ¡tengo que seguir trabajando! ¡Os dejo! – dijo Helena mientras huía.

-          Jeje Nada… no es nada… - dije intentando escaparme con disimulo. Pero él me cortó el paso con un brazo mientras con el otro aún sujetaba la caja.

-          De eso nada, ahora me lo cuentas – me obligó a meterme en el despacho y cerró la puerta después de dejar la caja encima de otra caja. Suspiro.

-          Helena me preguntaba sobre el viaje.

-          ¿Tanto ha tardado?

-          No, pero la he estado evitando todo el tiempo que he podido

-          Creo que has conseguido el tiempo record en evitarla, tres días.

Con todo el jaleo no me acordaba que ya llevaba tres días en España, tres largos días sin verle. Y aún me preguntaba a cada minuto si no había sido todo un sueño.

-          Sí jejeje

-          Pero no te libras, eso no es algo por lo que te mataría, así que, suéltalo ya.

-          No es nada Cristopher, solo la he dicho que has conocido a una chica allí, eso es todo…

-          Oh… ¡genial! Ahora se pondrá pesadita y no parará de perseguirme a todas partes para preguntarme sobre mi vida amorosa. – casi estallo en carcajadas, pero la mirada de advertencia de Cristopher hizo que me contuviese. – Bueno, me las apañaré como pueda. Por cierto, el jefe ha dicho que vayas a su despacho, no sé qué querrá.

¡Miyavi-desu!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora