~• Dress II

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— Obanai. — que lo llamara por su nombre provocó que su corazón diera un vuelco. — No te quiero como un compañero, tampoco como un amigo... ¡Porque quiero te quiero como mi verdadero amor!

Listo, lo dijo. De seguro si el resto de los pilares estuvieran viendo, habrían estado orgullosos de ella por finalmente haber tomado valor de confesarse.

Los ojos heterocronaticos de Obanai brillaban en su máxima intensidad.
Escucharla decir que lo quiere... no, que lo ama, regresó su alma al cuerpo.
Un susto que dio gusto.

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— ¿Crees que éste vestido sea el ideal? — la pelirosa le preguntaba con las mejillas enrojecidas a su amiga, Shinobu.

— Depende para qué ocasión lo deseas. — sonrió.

"Para que sea fácil de quitármelo." Pensó al instante.

— Para que sea cómodo. — terminó por contestar.

Amaba a su amiga Shinobu, en ella confiaba en muchas cosas, claro. Pero sólo por esta vez quiso sentirse egoísta, y mentir sobre la razón de la compra de ese bonito vestido rosa.
Más que vestido, parecía más una yukata.
Pero, era de su color favorito, y era realmente muy bonito.

— Pues si a ti te gusta, cómpralo.

Y así lo hizo.

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Sus labios eran terriblemente suaves, lo besaba de una forma como si bailara un vals que te deja con ganas de más.

Mitsuri es como un bello tatuaje dorado, tan especial, tan... único.

Está nervioso, lo acepta. Pero, ¿quién no? La chica de sus sueños corresponde a sus sentimientos. No es un soldado caído, es un soldado ganador.
Todo este tiempo en silencio silencio y paciencia, ha valido la pena.

Él suspiró, y con anticipación llevó sus manos a la espalda de ella.
Sus manos tiemblan por retenerla ahí, porque tiene miedo de que sea un sueño y cuando despierte, ella no esté ahí.

Todo este silencio y paciencia, aspirando y esperando desesperadamente...
Mitsuri no lo soportaba más. Se acercó a el para sentarse a horcajadas sobre su regazo, sus manos detrás de su cuello enredando sus dedos en la oscura cabellera de él.

— Mitsuri... — su nombre se escapó suavemente de sus labios, entonces todo se detiene.

Ambos viéndose a los ojos, sonríen. Lo que sucedería en esa habitación sería nada mas que un acto de amor en dos jóvenes enamorados. Marcando su nombre en la cama.

Entonces Obanai tomó valor, y logra quitarle el vestido.

Dress || ObaMitsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora