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Epilogo 2

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Antes de leer, si te gusto el otro final no leas esto, este seria como la versión buena.

Ocho años después

──── ¡Muévanse que una pinche boda no se organiza sola! ────grito el mexicano tratando de que todos se movilizaran rápido, estaban a unas horas de que llegara el novio mientras el otro novio se encontraba nervioso en una esquina hiperventilando──── No manches China, levántate cabron.

────Alta paja respirar, me quiero morir. ────su hermano mayor veía en una tableta que nada faltase, supuestamente sería algo pequeño pues los asiáticos eran bastantes conservadores ────Ahora podría estar durmiendo hasta las cinco, pero no, ni una mierda pueden hacer sin mi. ────sabían que el argentino se alegraba por ese par de casi recién casados, pero a nadie le gustaba levantarse a la cinco de la mañana.

────Cabros dejen de correr, ¡quédense quietos culiaos! ────el chileno trataba de mantener quietos a los niños que jugaban, no siempre podían ver a todos sus primos y la nueva sensación, el bebé de apenas un año, la bendición de URRS y Argentina ────Me hare viejo a mis veintinueve años, weas fomes, menos tu bebé. ────su niño era muy tranquilo, tanto que se la pasaba ayudando al argentino, igual de ordenados.

────Tranquilo Chile, yo me encargo. ────Rusia se acerco con la silla de ruedas a los niños, su primogénito le ayudaba, habían olvidado lo mucho que los niños adoraban a Rusia, con sus historias, tanto de la juventud y niñez de todos los presentes como de él.

──── ¡Cuéntanos más del tío Perú! ──── por un segundo todo paro, asusto un poco a los niños el ambiente pesado, las miradas nerviosas de sus padres, en especial a del mexicano, ese ambiente paro cuando Rusia soltó risitas.

────Les conté de él hace poco. ────su última anécdota fue del auto, cuando el bicolor los hizo saltar de un auto para un río antes de que se extrañasen, Rusia omitía tantas cosas del menor pues no querían que le temieran, lástima que los niños eran más astutos que él.

──── ¡¿Es verdad que te disparo en las rodillas?! ────el pequeño Male hablo sin malicia, era igual de perspicaz que su padre alemán ──── ¿Él era tu amigo? ────le siguió el hermano, Chima, no encontraban muchas razones por las que su tío Rusia perdonase a alguien si no era un familiar o amigo.

──── ¿Él era el ex del señor China? ──── Akim, el hijo del argentino, hablo, recordaba haber visto una foto de su tío, bastante joven siendo acaramelado con el chino.

──── ¿Por qué nunca viene a las reuniones, папа? ────Rume, su primogénito, lo miro con atención, su hermano Meru se sentó en las piernas de su padre atento a sus respuestas.

────No viene porque o puede, niños. ────voltearon la mirada al estadounidense que venía acompañado de alguien, los menores le prestaron su total atención como diciendo, "ora pues cuenta todo" ────Está muy lejos, aunque él los quiere bastante.

──── ¿Cómo sabes? ────Akim lo cuestiono.

────Fui hace un par de meses a verlo, les manda saludos. ────los niños se alegraron, ni ellos mismos sabían porque querían saber tanto de su tío, ¿curiosidad de niños? ¿deseo de saber de su familia? eran conscientes de lo turbio que era el pasado de sus padres, actualmente ya nadie estaba metido en aquello.