Volver a verlo no estaba en sus planes
Volver con él no estaba en sus planes
Volver a pasar el mismo infierno
Volver a sentir lo que alguna vez sintió
Definitivamente no estaba en sus planes
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-¿Y tu si? ¡porque hasta donde escuche el te odi...
-¡Es Navidad cabrones!- grite con emoción pues ya eran las doce. Estaba en la casa de Rusia con mis hermanos, está era nuestra primera navidad juntos y eso la hacía especial.
-Feliz Navidad, México- Rusia me extendió un regaló, su cara estaba sonrojada y el regalo mal envuelto pero eso era lo último que me importaba.
-¡Feliz Navidad Ruski!- me tiré para abrazar a Rusia, estuvimos así por un rato, me aleje lentamente mientras empezaba a abrir mi regaló, estaba emocionado a más no poder.
-Gracias Rusia- mire la caja, adentró estaba una bufanda se notaba que había sido echa a mano, tenía un bordado muy hermoso, era el símbolo de mi familia y tenía mi nombre en ruso.
-Yo no tengo nada tan bonito para darte- baje la mirada un poco apenado pues mi regalo era sola la ushanka que él había perdido en mi casa la última vez que fue a visitarme con la única diferencia de tener flores.
-El que hayas venido ya es un buen regalo- Rusia me sonrió como solo el sabía hacer, amo su sonrisa es tan única, brillante y lo mejor es que yo provoque su sonrisa.
-Prometo siempre hacerte feliz- abrace a Rusia mientras le daba un beso en la mejilla.
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¿Sabías que los niños
no son mentirosos?
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Los niños solo son
olvidadizos
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Al menos eso quería
creer Rusia
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-¿Por que nunca te quitas esa cosa ruso?- pregunto el bicolor a su actual compañero de equipo, al menor le daba curiosidad no le importaba en lo más mínimo el resto.
-No te importa- contesto cortante él ruso sin mirar al menor, recordando lo especial que era su ushanka para él.
-Tienes razón no me importa pero solo quería saber si aun recordabas quien te lo dio- respondió igual de cortante el bicolor mientras desviaba la mirada asía otro lado.
-Es algo extraño ¿sabes? conservar un regalo de quien te rompió el corazón- el bicolor soltó una risa divertida pues al contrario de lo que pensaba el ruso, el menor sabia más de ellos de lo que imagino.
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