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ONCE

Pov Narradora

Había un pequeño bicolor en medio de un jardín enorme donde caían hojas verdes de las ramas, una vista hermosa para un pequeño que nunca había salido de su prisión de oro.

-Quédate cuanto tiempo quieras pequeño

-Nosotros te cuidaremos

El menor tomo la mano de aquellas figuras que para él parecían ángeles pero para el mundo eran seres sin corazón, demonios encarnados venidos de las llamas del infierno.

"No eres tan diferente a México"

Perú despertó un agitado y sudoroso después de aquel sueño, su mente tal vez Sendero le estaba mostrando recuerdos de años atrás, años donde podría decir que estuvo en paz.

El bicolor miro a su alrededor nervioso al darse cuenta que hace solo unos minutos estaba con México en el jardín mientras llovía a cantaros.

Cuando vio a USA sentado en el mismo sofá donde hace unos segundos dormía plácidamente, bueno casi.

-¡Ya despertaste!- se percato de la presencia de México quien estaba atrás del sofá, lo miro por unos segundos antes de desviar la mirada y pararse del sofá mientras sujetaba su ahora adolorida cabeza.

-¿Donde chucha estamos México?- el menor se levanto estirándose en el proceso mientras hacía crujir alguno de sus huesos.

-En un jet de USA en camino hacía Tokio- USA no despego su vista del menor en ningún momento, él no desaprovecho la oportunidad de revisarlo por si tenía otra arma entre sus ropas, México le había abrigado muy bien para que este no tuviera frío durante el vuelo de dieciséis horas pues todos habían creído que no despertaría hasta mañana. 

-¿Hay algún baño?- Perú se levanto mientras buscaba con la mirada la mochila que había traído consigo cuando creyó que le robarían el UM1 a España pero al no encontrarlo solo miro a México soltando un suspiro en el proceso. Ahora apenas aterrizaran tendría que buscar un lugar donde conseguir más.

-Si, solo sigue deferente y lo encontraras- apenas recibió la respuesta el menor camino a pasos rápidos dejando a México hablándole a la hermosa nada, este ya acostumbrado a ser dejado con las palabras en la boca por su hermano solo suspiro.

-¿Quieres comer USA?- México tratando de olvidar el pequeño mal trago inicio otra conversación totalmente diferente con USA quien había presenciado todo.

-¿Estas en el menú?- el mayor bromeo mientras miraba al contrario dirigirse hacía una habitación apartada.

-Iré a ver si Rusia quiere algo- en menor si había entendido la broma pero no tenía demasiados animo de jugar.

-¡Es broma! solo tráeme unas hamburguesas- el yanqui río ante el comportamiento del contrario, le parecía graciosa, cuando apenas sintió a México salir de la habitación dejo de sonreír para sacar un frasco de pastillas perfectamente ordenados por horarios en un separador especial.

-¿Cuanto duraras sin esto,honey?- USA miro seriamente una clase de pastillas en especial, flufenazina, sabía perfectamente para que eran, tenía dos teorías que probablemente averiguaría pronto.