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SEIS

Pov México

-Hiciste bien México, Perú esta donde tiene que estar, él pertenece aquí- Me hablo mi padre mientras miraba a la nada, no creí que papá le mandara a disparar a Perú, el jamas había echo algo así.

-Sí, padre- baje la mirada, yo ya había echo cosas así antes, pero esto era diferente, Perú, mi hermano ahora debe de odiarme, bueno mucho más.

Aquí es cuando debería sentirme bien porque mi hermano regresaría aquí  con España; que era su padre; con nuestros hermanos; este es su hogar, ¿verdad?, ahora me cuestionaba todo eso.

No necesitaba ser un experto para saber que su mirada reflejaba temor, como si el simple echo de estar aquí le asustara, pero ¿por que?, ¿él no era feliz antes?, eso me cuestionaba antes y ahora lo vuelvo a cuestionar, papá se preocupaba por él, por todos sus hijos en realidad, todos los fines de semana papá lo llevaba con su madre, una vez casi se muere al saber que se había escapado.

Aquel día estaba desayunando con mis padres y hermanos mientras esperábamos que bajara Perú quien era él único que aun no se despertaba.

-¿Por que no baja Perú papá- esperaba a mi hermano menor Perú para desayunar más tranquilo y a gusto, pues siempre me gustaba hablar con mi hermanito sobre todo y él desayuno era de los pocos momentos del día donde lo veía desocupado, ya que él paraba solo para "estudiar" aunque yo no me creo esa chingadera, después de todo ¡¿que  pendejo estudia casi 16 horas diarias?!.

-Che' pelotudo para mi que se trasnocho el gilazo- respondió por mi papá Argentina quien era él primer "hijo" de papá, pero parece un chaneque que esta bien pendejo.

-Ve a buscar a tu hermano Chile- mi padre aun no despegaba la vista de su periódico cuando le dio la orden a wey de Chile de buscar al demoron de Perú.

-Ya po' pa' que valla el qliao de México yo ya estoy cómodo en mi sillita- Chile estaba desparramado en la silla aun medio dormido mientras le hablaba al frutero en lugar de a papá.

-Chale, el perro manda al gato y el gato manda al ratón- dije mientras subía corriendo para buscar al pendejo de Perú, cuando abrí la puerta de su habitación salte enésima de la sabana esperando asustar al pendejo este pero no sentí nada.

-¡Perú donde estas hay que desayunar pendejo!- dije mientras empezaba a buscarlo por toda su habitación pero no lo encontraba por ningún lado, si bien es cierto que él desaparecía hasta por dos días siempre me avisaba, por lo que me empece a preocupar y me preocupe más al pensar en la posibilidad de que se haya escapado.

-¡PAPÁ PERÚ NO ESTA!- baje corriendo por las escaleras asustado pensando en la posibilidad de que alguien lo haya secuestrado.

-¿Como que no esta Perú?- papá se levanto de un salto asustando a mi mamá y despertando totalmente a Chile por el susto.

-No lo encuentro en su habitación- dije con nervios pues la vos que papá había usado me dejo algo aturdido y algo asustado.

-Azteca quédate aquí con los niños y no salgas- papá se dirigió a la entrada de casa serrandola con fuerza.

-¿Que hizo ahora el weon de Perú?- se pregunto así mismo Chile mientras yo corría para abrazar a mi mamá, tenía miedo de que algo le haya podido pasar a mi hermanito.

-¿Ma' Perú esta bien no?- le pregunte a mi mamá mientras ella me acariciaba mi cabello intentando de hacerme sentir mejor.

-Eso espero hijo- respondió mi mamá mientras seguía acariciando mi cabello con esa ternura única materna que poseía.