One Shot's Kimetsu no Yaiba.

Senjuro Don Juan

No preguntes, solo gozalo.

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  Un cuervo que aparentemente no tenía nada más que hacer le dio la notícia. Su hijo, Senjuro, se encontraba en la Finca Mariposa, herido e inconsciente.

  ¿Cómo se supone pasó?

  Tendría que irrumpir a los gritos en el lugar para averiguar la verdad.

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  Se hubiera sorprendido menos si su hijo llevaba una katana incrustada en su brazo. Pero lo que sus ojos veían, no podía creerlo.

  Estaba consciente de que su hijo, de ya diecisiete años, solía convivir con el antiguo pilar del sonido, Uzui Tengen. Pero nunca creyó que esa convivencia afectaría tanto la vida del joven.

  Una de las niñas, ya no tan niñas, de la Finca Mariposa, acariciaba con cariño la frente de su adorado hijo. Mayor fue su sorpresa cuando esta se inclinó y dejó un suave beso en la frente de su hijo. No sabía el nombre de la muchacha, honestamente la primera vez que se topo con el trío de chicas, creyó que estaba teniendo una alucinaciónación.  No era la misma niña con diferente peinado, como pensaba en un comienzo. Tenían diferentes nombres y apellidos, pero nunca se dio el tiempo de aprenderlos.

  Como se arrepentia de eso.

  - Disculpe, hm, señorita - Habló por fin haciendo que la chica de prendedores verdes se sobresaltara, e interrumpiera su tarareo.

  - ¡Buenos días! - Saludó rápidamente, arrepintiendose inmediatamente, debía de mantenerse en voz baja y lo primero que hacía era gritar, se abofeteo mentalmente.

  - No quería interrumpir su... ¿Momento? - Preguntó dudoso el hombre.

  - Solo estaba controlando su temperatura, él se encuentra bien, había levantado fiebre, pero fue solo por unos momentos, ahora sí me disculpa los dejaré a solas. - Dijo rápidamente la joven, mientras, totalmente avergonzada abandonaba el lugar.

  - Pero ¿Por qué tuvo fiebre? - Preguntó el Rengoku al aire.

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  Por suerte, otra de las niñas, ya no tan niñas del lugar le había explicado la situación.

  Un hombre había intentado asaltar a Naho y Senjuro que pasaba por el lugar la defendió, pero otro sujeto lo lastimó en el abdomen con un cuchillo.

  Shinjuro no se atrevió a preguntar quien era Naho en la historia.

  Incluso no le preguntó su nombre a la chica de prendedores de mariposa de color rojizo, no quería quedar mal, siendo que las conocía hace años.

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  - Decidió quedarse en el lugar el resto del día, tenía varias razones, su hijo estaría bien en pocas horas y las amenazas de Inosuke Hashibira también eran una razón válida para prolongar su estadía.

  Fue cerca del atardecer cuando su hijo despertó, Aoi Kanzaki le había informado de la situación, planeaba sorprenderlo cuando estuviera distraído y tal vez darle un regaño por haber resultado herido, no sin antes felicitarlo por su valiente acto de defender a una mujer.