Día 3
CHRIS
—¡Soldado, vista al frente!
—Sí, señor.
—¡¿Por qué no mantenía la vista hacia adelante, soldado?!
El Cabo Warner siempre busca un motivo para joderme y todo porque sabe quién es mi padre al igual que sus adherencias políticas.
Con las que él y muchos de su palo no coinciden, pese a que haya otros que me protegen.
Esos que me protegen no son los que debieran estar aquí ahora.
Miro al frente hacia el sol que parte la tierra en un día sumamente caluroso.
Warner se acerca más a mí y me grita con el rostro a centímetros del mío.
—¡¿Se piensa que va a poder hacer lo que usted quiera?!
—Mantendré la vista al frente, señor.
—¡Todos aquí saben que en la formación de salida se debe mantener el protocolar saludo hasta que el Comandante en Jefe determine!
—Lo siento, señor.
—¿Lo siento? ¡El perdón es para niñitas!
Uno de los colegas de White dá un tiro al aire. No está permitido hacer eso, pero no digo una sola palabra. El estruendo me sobresalta.
—¿Le dan miedo los tiros, soldado?
—No, señor.
—¡¿Entonces por qué saltó como una jodida niña?! ¡¿Acaso los jodidos demócratas estarían listos para una guerra si algo así sucediera?!
—Disculpe, señor, pero no entiendo por qué involucra cuestiones ideológicas, señor.
—¡¿Ideológicas?! ¡¿Acaso usted piensa que la guerra es sólo un asunto de ideología?! ¡CÓMO CARAJOS PIENSA SERVIR AL PAÍS CON ESE CRITERIO!
—No quise, decir, eso se...
—¡Kyle!
—Sí.
El aludido se da la vuelta y le mira con la mano extendida a la altura de la frente.
—Llévate al pozo a la niñita esta. Veamos si el resto del día son comer hasta mañana le ayuda a despejar las jodidas ideas de izquierda que tiene.
—Señor, no considero justo que deba hacer...
—¿Quiere que sean tres días completo, soldado White?
—No, señor.
—¡Largo de aquí! ¡No me gusta un cobarde en mi ejército!
Kyle debe sujetarme del codo y yo dejarme llevar con la vista perdida hacia el frente mientras sé lo que me espera. Es asunto hasta que el teniente aliado de mi padre se entere y baje la orden de sacarme de ahí, sino podrán pasar días o semanas enteras y a nadie le preocupará si he comido o cualquier necesidad básica de mi parte.
Pero si de algo estoy seguro es de que aquí no termina todo.
Acaba de comenzar.
Estruendos.
Refucilos.
Lluvia.
La pesada ametralladora en mis manos sacudiéndose mientras dispara.
El olor a pólvora. A sangre. A lodo.
El sujeto que cae de rodillas luego de que mis balas le perforan todo el cuerpo.
El asco y el horror que siento de mí mismo al haberlo hecho. Sin más opción. Era su vida o la mía. Tenía que hacerlo. Debía.
Pero lo peor de todo es que apenas acababa de comenzar.
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#TACHAS
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Esposa del Presidente (FRAGMENTO)
RomanceÉl dicta las reglas. Ella no puede resistirse... ¿Serías la esposa del Presidente? ~Narración explicita. Actualizaciones diarias. +18~