2. Conociendo al novio de mi amiga

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Los días pasaron realmente rápido, y cuando Ruby se percató de ello solo faltaba un mes para las fiestas, decidió volver antes a casa así que un sábado de noviembre Ruby llegaba a Los Angeles, su ciudad.

Sus padres y su mejor amiga la esperaban ansiosos en el aeropuerto. Al divisarlos ente la multitud, Ruby corrió hacia ellos con una gran sonrisa en el rostro.

- !Ruby! - gritó Taylor cuando ambas amigas se unieron en un fuerte abrazo.

- Tay, amiga, ¡tanto tiempo! - el abrazo duró unos minutos y luego fue el tiempo de mamá, Paula y papá Steven.

- ¿Cómo estás Cariño? Te hemos echado mucho de menos. - el abrazo de a tres era reconfortante después de 4 largos meses en los que Ruby había visitado varias ciudades de los bellos países de Europa, aunque por alguna razón no había pisado Londres.

- Increíble, fue una experiencia realmente hermosa, creo que no me van a alcanzar las horas para contarles todo lo que he hecho. - los cuatro comenzaron a caminar por el aeropuerto hacia la salida, llevando un carrito con las maletas que traía Ruby.

- No puedo imaginarlo, debió ser un sueño poder disfrutar de tantos lugares... cuatro meses es mucho tiempo hija. - El señor Hills rodeaba con un brazo a su hija. Al llegar al auto subieron las maletas al baúl y emprendieron viaje a la casa de la infancia de Ruby, la recidencia Hills.

De pequeñas Taylor solía quedarse una semana en la casa de Ruby, y viceversa. Taylor era como una segunda hija para el señor y la señora Hills, y Ruby lo era para los padres de Taylor. Más aún porque Ruby era hija única.

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Aquél día lo dedicaron exclusivamente para charlar sobre cada detalle de la increíble aventura de Ruby. La noche había caído en la ciudad de Los Ángeles, eran las 3 AM y ambas amigas charlaban en la oscuridad de la habitación de Ruby.

- Dijo que mañana llega a Los Ángeles. - comentó Taylor refiriéndose a su novio.

- ¿Estás nerviosa?. - preguntó Ruby. Ambas estaban acostadas en su gran cama.

- Si, un poco... Es decir, nos hemos visto, pero siempre es como la primera vez... Lo extraño mucho. - Ruby sonrió en la oscuridad, le agradaba escuchar cuán feliz sonaba su amiga.

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Ya era sábado en L.A, y llegaba el nuevo pretendiente de Taylor con el mejor amigo. Y como era obvio, ella había obligado a su mejor amiga a salir en una cita doble.

- ¿Vendrás?. - preguntó Taylor insistente a través de la llamada telefónica.

- Aún ni me cambié Tay. - Ruby tenía cero ganas de ir. Siempre prefería quedarse en casa, cómoda viendo una película y sin nada de qué preocuparse. Pero su amiga la obligaba a ir, si no iba no sería una gran amiga después de todo.

- Oh vamos, no me dejes sola... ¡Será una gran noche lo prometo! Además tienes que conocer a tu nuevo cuñado - Ruby pensó unos segundos.

- Bah, está bien. - Ruby escuchó a Tay dar un gritito de emoción desde la otra línea. - ¿Pasaré por ti a las... Ocho? - al mirar el reloj Ruby se percató de que le quedaban solo 15 minutos para alistarse, mejor se daba prisa.

- ¡Te espero! Ponte linda, tienes mucho que resaltar, te quiero. - antes de que la pelirroja pudiera contestar, Taylor había cortado la llamada. Ruby negó con la cabeza y se fue directo a vestirse.

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- ¿Siempre llegan tarde?. - Preguntó Ruby un tanto aburrida, el reloj marcaban las 21 hs, hace casi una hora estaban sentadas esperando la llegada de el famoso "Alex" y su amigo Miles. Ruby bebía un martini casi desplomada sobre la mesa y su amiga no dejaba de relojear la puerta de entrada, que estaba a sus espaldas.

- No lo sé, no ha sido impuntual en Londres... - Taylor se encogió de hombros. Abrió la cámara de su celular ansiosa y arregló un poco su cabello.

La rubia volteó una última vez y una enorme sonrisa se apoderó de su rostro. Ruby alzó la vista y de lejos vio dos hombres entrar por la puerta de aquel Bar.

Primero ingresó un hombre de estatura mediana, con una chaqueta de cuero y botas.  Traía lentes de sol color ámbar y su cabello medianamente largo caía sobre su frente. Tenía un rostro angular, nariz nubia y labios finos. Su actitud era bastante prepotente, se notaba al caminar.
Por el otro lado su amigo era un poco más alto, éste traía una gran sonrisa en su rostro al divisar a Taylor, su cabello estaba cortado al ras y la vestimenta era bastante similar al primero.

Ruby no necesitó saber sus nombres para deducir quién era Alex y quién era Miles, la respuesta era obvia.

- Nena. - sonrió Alex al ver a su novia que le sacaba considerables centímetros de altura, la capturó en sus brazos y le dió un gran beso. Ruby hizo una mueca de disgusto.

- ¡Hola, un placer soy Miles! - sonrió el chico alto amistosamente. La pelirroja tomó su mano en un saludo y borró mi mueca por una sonrisa.

- Ruby Hills, mucho gusto.

La pareja se separó de aquel gran beso y el muchacho se acercó a Ruby.

- Hey, tu debes ser la famosa Ruby Hills.

- ¿Está soleado afuera verdad?. - bromeó Ruby haciendo referencia a los lentes del cantante, éste soltó una risa forzada.

- Yo soy Alex Turner, un gusto.

- Igual. - respondió Ruby un tanto seca saludando al novio de su amiga.

Había algo en el que le molestaba, aunque no podía deducir del todo qué. Quizá era ese aire prepotente y ególatra, el hecho de que use lentes de sol en un bar a las nueve de la noche, o que aunque sea el novio de su mejor amiga no quería aceptar que estaba jodidamente bueno, y que todo el combo le atraía. Y para ser justos, le atraería cualquier persona que se lo cruce.

Stuck on the puzzle | Alex Turner.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora