Capítulo Siete

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Para este capítulo.
Smoke Gets In Your Eyes From Platters

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   — Ponte una camisa decente, te espero en el auto para irnos.— Samuel se acomodó su poco cabello encerado hacia atrás y se colocó el Cinto en sus pantalones nuevamente antes de dirigirse a la puerta ignorando por completo a su mujer.

   Harry se levantó de sobre sus rodillas lentamente tratando que al enderezarce su espalda no duela tanto como lo hacia mientras estaba quieto, claramente fallando en el intento, su piel ardía ante cualquier mínimo movimiento que el ruloso realice en esos momentos.

   Sin dirigirle ni una palabra a su madre, cual lo observaban expectante de la situación sucedida anteriormente, se encaminó a su habitación sintiéndose el fiasco más grande en el mundo... o de sus padres en este caso.

   Agarró una camisa azul y la paso sobre su cabeza para colocarsela, la tela rozó su piel al rojo vivo sacándole suspiros de dolor al joven Styles. El sentimiento de que no podría hacer nada para cambiar la situación lo invadía por dentro, sabía que nunca podría hacer nada al respecto de la situación... Pero en estos momentos es cuando el joven empieza a auto debatirse quien está bien y quien está mal en la situación.

   Tal vez el problema era él, después de todo la mayoría de las personas mayores suele tener el idealismo de su padre, entonces ¿porque era así? En la mente de Harry no cesaba la idea de que los sucesos que abarcan su vida eran desenlaces de situaciones que él mismo provocó o empezó.

   Era como si... sin importan que sucediera todo siempre terminaría mal para Harry, sin importa que dirección tome siempre lo lleva al mismo lugar destinado a la tortura tanto emocional como física en ciertos casos.

   Dudar de su propio ideal era lo que balanceaba a Harry en una cuerda floja super delgada, pero ¿Y si en vez de caer de la cuerda, la cuerda se rompe? Las emociones del ruloso eran tantas que ya no sabía como controlarlas, dudar de que si lo que su padre le hacia estaba bien o mal lo rompía cada vez un poco más, pensar en cada momento si él mismo esta bien o mal hace que un juego completamente doloroso y contaste con su autoestima empiece una y otra vez.

   Y de las tantas emociones que poseían al joven en ese momento la irá era la que lideraba en esa circunstancias, pero no hacía su padre, ni a su madre. Era un enojo reservado solamente para él, ¿Porque no puede ser como los chicos de su edad? Todo se ve tan simple para ellos; Salir con chicas, hacer deportes, salir con más chicas.

   — Harry, apurate. Tu padre espera.

   El ojiverde se apresuró a meter su camisa dentro sus pantalones y verse correctamente presentable antes de colocarse su sweater verde. Salió de su habitación y fue directo al auto de su padre, un Lincoln Continental Mark II de color negro brillante, Harry podía jurar que su padre amaba a ese automóvil más que a cualquier otra cosa, era su "tesoro" según la palabras de Samuel.

   — Hasta que llegas. Ya vamos tarde.— Fue lo primero que dijo el padre de Harry al verlo subirse al carro.

   Un gran silencio inundó el ambiente entre padre e hijo, eso provocaba que el camino hacia la ciudad, que por suerte era bastante cerca del pueblo, se hiciera aún más lento. Harry se limitó a mirar por la ventana tratando de limitar sus pensamientos a cualquier otra cosa que no sea la presencia de su padre, mientras el progenitor del ruloso disfrutaba de Blue Suede Shoes de Elvis Presley que sonaba con una pegadiza melodía en la radio.

   El viaje siguió así, el padre de Harry se concentraba en la carretera y tarareaba una que otra canción, el ruloso observaba todo lo que pasaba por la ventana, las canciones sonaban en la radio una tras de otra. Los dos ignoraban la presencias del otro en ese momento, algo que reconforto de cierta manera a Harry ya que se encontraba emocionalmente agotado por todo lo sucedido en ese día.

ɪ ᴡɪʟʟ ꜰʟʏ ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ (L.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora