Se sentía tan bien con ella que casi se le olvidaba la que tenía encima y sobre todo que no sabía como iba a cambiar aquello.
Cuando Octavia le contó lo que había hecho Samantha quiso ir directa a por ella, no sabía que iba a hacerle, pero que no era nada bonito, lo tenía claro. O, la disuadió, la verdad es que no era una decisión afortunada y tomó la mejor de todas, ir directa a ver a Lexa. La zorra de Sam la tenía de recadera y de mecánica privada, eso ultimo era lo de menos, pero no le gustaba verse involucrada en temas ilegales de aquella magnitud, porque a final si pillaban a alguien, no iba a ser a su jefa. Ella no quería esa vida, nunca la había querido, sobre todo ahora que veía más allá en el horizonte gracias a su novia. Pero como la tenía pillada por los huevos, no le quedaba otra que callar y ceder.
Y en esos momentos estaba lloviendo otra vez. Llegó empapada y muerta de frío, esperaba que Sam se pusiera como una furia con ella por llegar varias horas tarde, pero simplemente se limitó a asegurarse de que hacía lo que tenía que hacer, con gesto serio, duro y le recordó que hasta que no lo hiciera no se largaría de allí. Se moría de sueño después de tres horas sin parar de currar y aún le quedaban por lo menos tres más, así que mintió a Lexa diciéndole que ya estaba en casa para que si estaba despierta pudiera irse a dormir tranquila.
En cambio ella fue sin dormir a trabajar al restaurante de comida rápida. La verdad es que últimamente o llegaba tarde o llegaba cansada y no hacía falta ser muy listo para darse cuenta de aquello, y su jefe tonto no era. Le había llamado la atención un par de veces y ella de verdad que quería cumplir lo que le prometía. No era el trabajo de su vida pero era lo único normal, a parte de Lexa que tenía en la vida. Samantha no se lo estaba poniendo nada fácil. Samantha no se lo iba a poner nunca nada fácil.
Le pidió a Octavia que fuera a buscarla cuando acabó el turno, necesitaba que su amiga la llevara a casa porque no tenía un duro para coger el autobús gracias a no haber pasado por la caravana antes y no podía conducir porque se caía de sueño.
Cuando su amiga se quedaba en silencio lo odiaba porque era que estaba o enfadada con ella o preocupada o prefería morderse la lengua con lo que pensaba. Le tiró el casco a las manos y llegaron a casa. Se tumbó en la cama.
Creo que no me encuentro muy bien O
No puedes seguir así, te hablo muy enserio
Vamos O, sabes que puedo hacer muy pocas cosas en relación a este tema y tu sigues aquí igual que yo
Si, pero yo no soy el blanco de todas las dianas de Samantha.
¿Y quién te dice que no lo serás algún día? No quiero alejarme de ti
No vas a hacerlo, yo seguiré estando igual de cerca
¿Y cómo coño salgo de esto O? ¿Me lo explicas? Y aunque lo hiciera... ¿Que pasaría con Wyatt? No pienso abandonarlo. ¿Dónde iríamos? ¿De qué viviríamos?
No se como mierdas hacerlo, pero pensaremos en algo, tenemos que pensar en algo. Nadie ha hablado de abandonar a nadie Clarke
Sin dinero es lo que estaría haciendo.
Buscaremos alternativas, eres lista joder, aquí no pintas nada, te mereces algo mejor
¿Estas segura de eso? ¿Y qué pasa contigo?
Estamos hablando de ti. Y deberías dormir algo, das pena.
¿Puedes pasarte a asegurare de que Lexa está bien? ¿Y decirle que la veo esta noche?
Esta bien joder. Y piensa en lo que te he dicho, esto no va a acabar bien. Esa mujer esta loca y obsesionada contigo.
Casi que su amiga no había salido por la puerta de la caravana y ella ya se había dormido. No supo cuanto tiempo consiguió estar en ese apacible estado porque alguien aporreaba con mucha insistencia el lateral de su "hogar". Miró el reloj. Mierda es que no hacía ni dos putas horas. Gritó un "¡quién! " entre enfadado y frustrado y escuchó la voz de uno de los matones de Samantha pedirle que saliera.
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We are what we are
Fanfic#📢 Contenido +18 Lexa, estudiante de medicina y de familia acomodada, tiene todo lo que una chica de dieciocho años querría tener, o al menos eso creía. Clarke, pasó su infancia en un centro de acogida y se acostumbró a buscarse la vida, no todo lo...