We are what we are

Parte 16 No se de que otra forma mirarte

Centrar su odio en Octavia no le sirvió de mucho, tan solo para torturarse un poco más por todo lo que había pasado. No saber que había sido de Clarke, dónde estaba o si estaba bien era lo peor de todo. A veces pensaba en salir a buscarla, no importaba cuánto le costara, necesitaba verla, decirle lo que de verdad sentía y que se estaba muriendo sin ella y sabiendo que le había hecho daño, pedirle perdón por todo y que si ahora no quería saber nada de ella estaba en su derecho, puede que se mereciera la verdad. Pero aunque quería, no podía hacer eso, no podía buscarla ni debía hablar con ella, por eso estaban así.

Afortunadamente su madre había ganado las elecciones y estaba demasiado ocupada como para preocuparse de ella. Un pequeño respiro y el fin de los protocolos que tanto odiaba, a su madre ya no le hacía falta que ella la ayudara a mantener las apariencias y ella se quitaba un gran peso de encima. Ahora ya era libre para decirle a Adam que con ella no tenía nada que hacer y que dejara de perder el tiempo.

Llegó de la universidad, dejó la mochila en el sofá y se dirigió hacia la cocina

Indra voy a ...

Se le quedaron las palabras atascadas en la garganta cuando levantó la cabeza y vio a Samantha sentada encima de la isla de la cocina y a Indra mirándola fijamente, de pie apoyada contra la pared. ¿Miedo? Pues si un poco la verdad, ¿Qué hacía aquella mujer en su casa?

Clarke no esta aquí - Se había imaginado que estaría buscándola y aunque ella supiera dónde estaba jamás se lo diría -

Oh ya lo se - Bajó de un salto - No estoy aquí por eso - Le dedicó una sonrisa que le heló un poco la sangre -

¿Qué haces aquí entonces? ¿Qué quieres?

Tengo audiencia con la nueva alcaldesa, tenemos que hablar de negocios, dejar algunas cosas claras, para que no haya malentendidos. Eres lista, supongo que sabes por dónde voy.

No me importa lo que tengas que hablar con mi madre, no es cosa mía

No lo es y espero que tu madre sepa lo que le conviene a esta familia. Dime Lexa - Caminó hasta ella, que se obligo a no moverse del sitio, no podía dejar que notara que estaba asustada - ¿La echas de menos? - Quiso acariciarle el pelo pero se apartó -

A ti tampoco te importa nada que tenga que ver conmigo

Eso es relativo, me empezará a importar si te metes dónde no te llaman, solo quiero asegurarme que entre nosotras tampoco hay malentendidos

No los habrá

Mantente alejada de mi y de mi gente y nos llevaremos bien. No soy rencorosa Lexa, se dejar el pasado dónde tiene que estar. Pero si golpeas el avispero....

¿Por qué me iba a querer acercar a ti o a tu gente? No sois personas que quiera tener cerca. Jamás me acercaría por voluntad propia.

Vaya vaya - Le sorprendió que la mirara sorprendida - Interesante, verás Lexa...

Se abrió la puerta del despacho de su madre y ambas miraron hacia el sonido, hasta que la vieron aparecer. Su madre la miró, era la primera vez que veía algo de temor en sus ojos, al menos de ese tipo. Estaba claro que Samantha tenía la fama que merecía y su madre eso de bajarse los pantalones lo llevaba bastante mal. Tal vez no le vendría mal que alguien la bajara de la nube en la que se creía omnipotente. Lo único que tenía claro era que ella se iba a mantener a kilómetros de distancia de todo aquello, no era su guerra.

Ha sido agradable hablar contigo Lexa, tal vez podamos seguir esta conversación algún día

O tal vez no. que vayan bien los negocios.