×Cap 18×

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𝙈𝙖𝙧𝙖𝙩𝙤𝙣 3/3.

Narrador homónimo.

Emilio buscaba en todo el departamento, hasta que llego el momento de la cocina. Joaquín lloraba, lloraba en silencio y mordia su pantalón para hacer el más minimo ruido, pero fracaso, un sollozo salio de su boca y la sombra reflejada se paro en seco y comenzo a escucharse una risa burlesca.

La tela que crubria la mesa fue subiendo lentamente y un Emilio burlesco apareció.

—Fue divertido? Tu escapadita...— simulo que contaba con sus dedos y volvio su mirada a Joaquín —7 horas más o menos y esto, jugar al escondite, hace mucho no lo hacia— su sonrisa burlesca desaparecio y se sustituyo por una cara seria.

—Porque para mi no fue divertido.

Tomo a Joaquín de su nuca con tanta fuerza que logro sacarlo de un tiron, Joaquín tapaba su boca asustado, no habia visto esa mirada de Emilio, tan intensa y llena de odio, Joaquín estaba seguro que seria su final.

[...]

—CREEISTE QUE PODRIAS ESCAPAR DE MI, AH?

Miro a Joaquín esperando respuesta pero no obtuvo ninguna, solo obtuvo una mirada aterrorizada.

—Te explique con palabras, pero parece no es suficiente para ti.

Lo tomo de el cabello con fuerza y lo arrastro hasta las escaleras.

—SUELTAME ME ESTAS LASTIMANDO.

Emilio al contrario, cada vez hacia más fuerte su agarre y su placer crecia más y más.

Estaba enojado, estaba frustrado y se desquitaria de lo que le hizo Joaquín. El menor comenzo a gritar y a llorar, el dolor era insoportable, pero Emilio disfrutaba ver a Joaquín asi y más que todo era causado por el.

La cabeza de Joaquín pulsaba de tan fuerte presion que estaba recibiendo por emilio, trataba de golpear a Emilio pero era inútil, el rizado era más fuerte.

Llegaron a el cuarto donde horas antes Joaquín era asfixiado por el mayor.

Emilio avento a Joaquín a la cama y se poso sobre el tomando sus muñecas por arriba de su cabeza.

—Que caliente me pones cuando lloras— puso su mano en el cuello de Joaquín con intenciones de apretar.

—Ya dejame porfavor— las lágrimas de el menor corrían por sus mejillas, los ojos rojos y el dolor en su cabeza aun seguia.

—Querias escapar de mi, cierto?— susurraba sobre sus labios.

—Solo dejame en paz.

Emilio tomo el cuello del menor para asi levantarlo, cuando logro lo que queria tiro al suelo el cuerpo de Joaquín. Dos bofetadas fueron suficientes para hacer sangrar a Joaquín, y acto seguido cerrar sus ojos.

Emilio lo miro y sonrio satisfecho, salio de la habitación y fue a su oficina.

[...]

Narra Joaquín.

Un mes de mi intento de escape fallido y desde el dia que casi muero.

Emilio estaba menos en la casa y yo podia tener un poco más de tranquilidad, aunque despues de ese espantoso dia Emilio era menos estricto conmigo y el amor que le tenia florecio de nuevo, el Emilio tierno y cariñoso estaba haciendose presente y eso me gustaba, pero en parte me aterrorizaba.

Mi unico pasatiempo era dibujar, dibujar lo que mi mente me ofreciera y de verdad disfrutaba hacerlo.

Escuche la puerta abrirse, me sobresalte y me acerque lentamente a mi puerta, asome media cara y Emilio estaba ahi parado, con un traje negro que le lucia bastante bien.

Miro mi puerta y al verme me hizo una señal para que me acercara.

—Ven.

Saco ambas manos que estaban detras de su espalda y un cuaderno con un paquete de lápices  aparecio frente a mi.

Voltie a mirar a Emilio confundido.

—Suelo ser una Bestia contigo, queria consentirte— su expresión no era descifrable, no sabia si estaba feliz, molesto o normal.

Primera vez el deseo sexual por el desperto en mi, pero me contuve, el seguia siendo la misma mierda de siempre, pero no lo logre, por un momento me olvide de todo lo que me hizo y mi cuerpo reacciono de acuerdo a mis pensamientos.

El me miraba fijamente a los ojos, los dos nos mirabamos sin hacer nada y de un momento a otro el impacto sus labios con los mios y por primera vez estando aquí, no me senti forzado a hacerlo.

Tomaba mi cintura entre las dos palmas de su mano levantandome haciendome enrollar mis dos piernas en el, todo estaba mal, esto estaba mal, pero no podia parar, Emilio ha sido muy bueno conmigo últimamente y podria a llegar a ser asi siempre, claro, si no lo hago enojar.

Subimos a su habitación y se paro frente a mi sentandome en su cama.

—Vas a obedecer a todo lo que te diga?— pregunto quitandose su corbata

Asenti, pero me daba miedo su forma de tener relaciones, solia ser muy intenso, muy brusco, muy salvaje y agresivo.

Emilio tomo mis manos atandolas con la corbata.

Me recosto sobre la cama y bajo mi pantalón, luego miro mi camisa con detenimiento, me miro a los ojos y sonrio, tomo con fuerza la camisa y se deciso de ella.

Quede en boxer frente a el, me miraba de arriba a abajo mientras relamia sus labios, no era la primera vez que me veia asi, pero no dejaba de ser incomodo y un poco molesto.

Bajo su boxer quedando completamente desnuno frente a mi, lentamente fue deslizando la unica prenda que me cubria mi parte e iba dejando un camino de besos hasta llegar a mi boca.

Abri los ojos y nos quedamos mirando fijamente.

Sus pupilas totalmente dilatadas me indicaban que comenzarian sus juegos retorcidos.

Me volteo bruscamente de espaldas a el.

—Abre las piernas pequeño— obedeci y sentia su mirada recorrer todo de mi.

Comenzo a jugar con mi entrada dando lenguetazos e introduciendola.

Mis gemidos salian sin permiso, esto se sentia realmente bien y algo me decia que parara, pero mi entrada decia otra cosa.
Sus dedos se escabulleron dentro de mi tomandome por sorpresa, un gemido ruidoso salio de mi boca, movia más rapido sus dedos, me estaba matando, esto era delicioso.

Senti un peso sobre mi espalda y una respiración en mi cuello y un susurro en mi oido.

—Volteate, quiero ver tu rostro cuando este dentro de ti.

Y eso fue suficiente para caer en cuenta que Emilio seguia siendo el mismo, esas palabras siguen en mi mente grabadas.

Eso me decia cada vez que entraba a mi habitación ebrio y hacia lo que queria conmigo

Psicópata. [Emiliaco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora