Sugar On Top - KookTae

Sugar Sweet

Sugar Sweet

Cinco años después…

Taehyung tarareó mientras dejaba su paleta, dando un paso atrás para admirar la nueva pintura en su caballete. Flores azul-violetas cubrían un campo de verde, en contraste con la pintura anterior que había terminado de un campo de batalla desolado que en su lugar tenía tres flores solitarias. Prefería la pintura actual, del campo floreciente a la imagen estéril, simplemente por los tonos más alegres y claros y las pinceladas. Pero también por el sentimiento que le trajo; algo en lo profundo como un recuerdo lejano, lejano. Algo olvidado hace mucho tiempo.

Apoyado contra las paredes de su estudio, había altas fotos que había tomado y revelado él mismo; varios eran conjuntos de fotos de bodas y había un conjunto de fotos de baby shower. Aquellos recién colocados, listos para ser empaquetados y entregados a sus destinatarios.

En las paredes, sin embargo, colgaron sus cuadros. Algunos viejos, varios nuevos, todos listos para ser llevados a su galería en el centro. Excepto por el más grande de una criatura humanoide sin piel; ese iba al museo durante el fin de semana.

No había habido una manera fácil de decirle a su madre que abandonó la universidad durante su último semestre. Pero no había habido una manera fácil de permanecer en una universidad, sin importar cuán prestigiosa fuera, que intentaba forzar el talento en una caja prefabricada. Se fue, pero no sin hacer las conexiones adecuadas. Hawang todavía lo quería lo suficiente como para difundir buenos rumores y esos rumores se convirtieron en personas que miraban de cerca su arte. Le valió un lugar en una galería de alto nivel y su reputación se extendió como la pólvora desde allí.

Descubrió que graduarse como un especialista en arte no significaba un lugar inmediato en el centro de atención del artista. Era solo talento que se hizo notar.

Escuchó el familiar clic de la puerta principal y sonrió, terminando su trazo de pincel antes de cerrar sus pinturas. Para cuando los guardó y salió de su estudio, Jungkook ya había entrado en la sala de estar, sin zapatos y con flores en la mano. Incluso llevaba una botella de sidra espumosa bajo el brazo.

Taehyung sonrió. "¿Me trajiste girasoles y tulipanes? ¿Y sidra? Jungkook, ¿cuál es la ocasión?"

Jungkook dejó el jarrón en el suelo mientras Taehyung descansaba los brazos sobre sus hombros. Jungkook envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Taehyung, sin molestarse por las salpicaduras de pintura en su piel.

"No necesito una ocasión para llevarle flores al hombre más hermoso del mundo", respondió Jungkook, Taehyung sonrió y lo besó, con cuidado de no manchar el traje de Jungkook con pintura. "Y la sidra es para este fin de semana".

"Eres increíble."

Jungkook hizo un ruido y se encogió de hombros, palmeando a Taehyung en el trasero.

"¿Cómo te fué en el trabajo?"

"Ocupado hoy," suspiró Jungkook. "Estoy exhausto. Y todavía tengo algunas declaraciones para revisar. Estoy tan jodidamente feliz de que sea viernes".

"Pobrecito," jadeó Taehyung "¡Pero si preparé camarones Alfredo para nosotros! Pensé que tendrías hambre y no estarías realmente listo para salir a comer esta noche".

"Gracias a Dios."

"Y saldremos este fin de semana también. No pensé que querrías salir a comer dos veces", dijo Taehyung, abrazándolo con más fuerza. "Además, no es como si hubiera tenido una sesión de fotos hoy. Mientras vuelvas a casa, estoy feliz".

"Y me llamas el asombroso", tarareó Jungkook, pasando sus manos por los costados de Taehyung. Taehyung se retorció ante las ligeras cosquillas y se apartó, tirando de Jungkook para que lo siguiera a la cocina.