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La falta de aquellas cosas.

Taehyung se arrimó a su pareja y cuando estuvo cómodo se aclaró la garganta.

—Cuando... —se detuvo brevemente, sus ojos se perdieron en las líneas de la manta que estaba acariciando— cuando conocí a Yoongi era un niño pequeño y tierno, parecía un gatito pidiendo caricias todo el tiempo pero no sabía cómo pedirlas. Al principio parecía asustado, miraba con miedo pero cuando nos hicimos cercanos entendí que sólo era una fina capa y que su verdadera personalidad era cálida y maravillosa.

Hizo otra pausa para sonreír.

—Y cuando se acostumbró a mis malos hábitos era realmente muy divertido, intentaba lucir espeluznante pero sólo lograba dar ternura, los niños le pegaban porque sólo demostraba su inseguridad a tráves de eso.

Todos lo estábamos escuchando atentamente mientras se hacía de noche y el calor del atardecer se desvanecía.

—Jamás debí dejar que Yoongi adoptara mis malos hábitos... yo realmente estoy muy arrepentido de eso —un quejido salió cuando apretó con fuerza la suave manta en su puño. Jungkook acarició su cabello con cautela pero no interrumpió—. Fui un tonto, si tan sólo lo hubiera sabido...

—Tae, tae —se levantó Hyuna que permaneció a mi lado hasta que se levantó para consolarlo.

Sus quejidos se volvieron fuertes y estaba llorando desconsoladamente. Kook y yo intercambiamos una mirada leve.

—Lo que pasa es que a lo largo de estos años Taehyungie se culpa de los años en la calle de nuestro Yoonie, porque él cree que es su culpa —explicó Jungkook con suavidad, dejando que mi amiga ayudara a Tae a relajarse—. Cuando escribes sobre alguien, algún famoso, y crees que simplemente porque ahora tiene el mundo a sus pies eso no significa una mierda. Llegar a la cima no es fácil y nuestro bebé lo tuvo muy díficil.

—Lo entiendo —respondí yo con el nudo apretando y estrangulando mi cuello—. Estoy dándome cuenta de eso...

—¡Yoongi tiene ese aspecto de ser un idiota pero sólo es su coraza! —se quejó Tae volviendo a llorar—. ¿¡Siquiera pensaste en eso cuando decidiste hacer esa mierda!?

El grito que pegó me sorprendió y me sentí horrible. No bastó con la amargura que yo solito arrastraba, que te lo hagan saber es mil veces peor.

—Lo siento muchísimo, Tae —murmuré agachando mi cabeza con demasiada vergüenza y arrepentido hasta la medula.

Taehyung dejó de llorar y tuve tres pares de ojos mirándome.

—Uh, Jiminie —dijo Kookie.

—Quisiera encontrar a Yoonie para decirle esto a él...

Suspiré dándome cuenta que me faltaba el aire y entonces me di cuenta que estaba llorando.

—Lo siento, lo lamento de verdad —repetí, apretando mis manos en puños cuando no conseguí aire.

Cerrando mis ojos y enterrando mis uñas en la palma de mis manos porque no podía respirar y la vista se me estaba nublando. Sentía ese amargo sabor de la muerte en mi garganta subiendo como si fuera repulsivo vómito.

—¡Jiminie! —llamó Hyuna, acercándose y tomando mis manos para que no siguiera haciéndome daño.

En cambio mordí mi labio mientras mantenía los ojos cerrados y hacía un esfuerzo por respirar. Mi llanto no me daba tregua, sólo podía llorar y llorar.

Creí que los amigos del hombre al que le hice mucho daño no me ayudarían pero estoy entendiendo que no todo el mundo piensa como yo, la vida es más soportable cuando te acompañan buenas personas. Las personas correctas.

bajo su piel ❀ jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora