POV AMAIA
Lo he conseguido, voy a tener un fin de semana para mí sola, para desconectar del todo y coger fuerza para todo lo que se viene.
Desde hace dos semanas solo puedo pensar en que llegara este día. Dos semanas largas de trabajo, de reuniones, de no entender absolutamente nada. Dos semanas en las que solo podía pensar en ese beso y en lo que podía significar o no.
Hemos vuelto a chatear. Esta vez a través del móvil. Pero parece que nada ha cambiado. Parece que somos esos niños de nuevo que se encontraron cuando más necesitaban una roca donde aferrarse.
No hemos hablado nada desde adónde va esto. Ni si quiera hemos vuelto a hablar de los besos que compartimos antes de tener que separarnos de nuevo. Pero aún así, solo puedo pensar en una persona para pasar estos días, y por eso, ya voy camino de Barcelona.
Llego a Barcelona casi con la hora pegada al culo. No sé para qué me sorprendo si siempre me pasa igual.
Me doy una ducha rápida y me coloco un pantalón vaquero que se pega perfectamente a mis curvas, y un top chocolate que me queda como un guante. Me doy unos toques de maquillaje y ya casi estoy lista, solo queda que hacer con mi pelo que parece que está más rebelde que nunca.
Miro el reloj y veo que voy tarde, que si quiero llegar antes de que el concierto empiece tengo que irme ya. Me hago una coleta y salgo rápidamente del hotel.
Llego cuando está casi para empezar el concierto. Nada más entrar por la puerta, siento como todo el mundo se gira y empieza a mirarme. Odio que pase esto. Odio que me reconozcan allí a donde voy y que todo el mundo empiece a cuchichear a mi alrededor.
Agacho la cabeza y me muevo por la sala, sin saber muy bien hacia donde ir. Y entonces un chico se acerca a mí, y sé que si le hago caso a uno, vendrán diez más y así hasta que el concierto acabe. No quiero estar toda la noche así, he venido a disfrutar del concierto y a apoyarlo, nada más. Hoy es su día.
-Lo siento solo he venido a ver el concierto y…-empiezo a disculparme y veo su cara como se descompone y se pone rojo.
-Perdón, yo no…hola soy Roi, soy parte de la banda y su mánager, aunque a él no le gusta que me presente así-dice el chico con una sonrisa y entonces soy yo la que quiere desaparecer.
-Perdón, lo siento. No sé que pensaras de mi.
-¿Yo? Tranquila, entiendo que no es fácil. Pero tengo un sitio mucho más tranquilo para ti si me acompañas.
-Claro, muchas gracias-digo siguiéndole hacia un apartado VIP que había cerca de la barra donde enseguida mis ojos se fijaron en dos personas conocidas para mí.
-Amaia, mi niña, cuanto tiempo-escucho a la madre de Alfred acercándose a mí con los brazos abiertos y enseguida me envuelve en ellos. Mi corazón se encoje un poco al recordar el día que la conocí y como le prometí algo que no termine cumpliendo.
-Lo siento mucho Txus.
-¿Sentir? Que vas a sentir. Estás aquí ¿No?-dice con una sonrisa tirando de mí hacia un asiento libre que había junto a ellos.
Me siento justo cuando las luces se apagan. La gente empieza a gritar y yo les miro. Habrá unas 300 personas en aquella sala, pero todas están deseando de verlo. Pero no tanto como yo, y menos después de verlo cantar aquella canción en Pamplona.
-Ya empieza, verás que guay-me dice Txus al oído y yo le respondo con una sonrisa mientras escucho como la gente empieza a gritar y a chillar y entonces una guitarra empieza a sonar y el mundo a mí alrededor se vuelve loco mientras su voz sale de detrás del escenario animando al público a que le siga con la canción que va a cantar.
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En línea
Romance¿Qué pasaría si la persona con la que llevas seis meses hablando viaja a tu ciudad?