|| Extra de Halloween||

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5 años atrás.

Preston, Inglaterra.

Harley.

—¿Mason vendrá a visitarte? —le pregunto a Harry.

—No lo sé, creo que está ocupado —contesta.

— ¿Crees que si me viera le gustaría mi disfraz? —suelto.

Mi traje es inspirado en un ángel oscuro. Consiste en una falda negra acompañada de unas medias largas de red, un top y zapatos del mismo color. Lo único que no es negro, son las largas alas rojizas de mi disfraz y mi maquillaje.

— ¿Cuándo dejarás esa rara e insana obsesión por él? —replica molesto— Entiéndelo Harley, él tiene 20 y tú solo tienes 14, eres una niña —explica— Jamás se fijará en ti.

Ruedo los ojos ante su comentario. Se supone que mi hermano mayor vendría de visita solo por 2 días, pero su estancia se extendió por una semana entera.

Creo que lo único bueno de que esté por mucho tiempo es que Mason viene y así puedo verlo. Desde que Harry se mudó a los Estados Unidos por sus estudios, su amigo ya no nos visita como antes y eso duele.

— ¡Mamá, ya me voy! —Grito al final de las escaleras— ¡Me quedaré en casa de Alana, recuérdalo! —salgo de mi casa y el alboroto por ser noche de brujas se hace presente.

En realidad no iré a casa de Alana. Ahora imagino que deben estar preguntándose a donde carajos me fugaré, entonces les explicaré mi grandioso plan.

Según lo que escuché, Mason irá a una fiesta de Halloween en una de las fraternidades de su universidad, así que mientras mis padres piensan que estoy pidiendo dulces como niña buena, estaré tratando de infiltrarme en una fiesta universitaria. Lo sé, es un plan bastante arriesgado, pero bien dicen que el que no arriesga no gana. Y yo nunca pierdo.

Reviso la dirección en mi celular y camino cuidadosamente ya que en los noticieros han repetido constantemente que un demente anda suelto matando personas brutalmente, y morir en un día tan peculiar no está anotado en mi plan. Luego de pasar por varias cuadras, por fin llego a la fiesta.

Sé que mi atuendo no me hace ver como una universitaria, pero es lo que menos importa en este momento. Mi mejor amiga Alana y yo conseguimos entrar al estreno de 50 sombras de Grey hace unos meses atrás sin ser vistas, supongo que esto será casi igual, solo necesito poner en práctica mis habilidades de pasar desapercibida.

Camino por el jardín de la casa entre chicos y chicas en estado de ebriedad. Reviso mi teléfono y veo que tan solo son las 7:00pm. La juventud de hoy está tan perdida.

Continúo mi camino y con tantos borrachos, no fue para nada difícil colarme al interior de la casa. Ahora solo queda encontrar a mi objetivo, lograr que vea mi fabuloso disfraz, dejar que se deslumbre, se dará cuenta que la edad no es un impedimento y todos estaremos felices.

Una chica algo alocada pasa por mi lado ofreciéndome un trago. ¿Por qué no? Me encojo de hombros y tomo todo el contenido del shot en un santiamén.

—Okay, alguien quiere perder el control —exclama la chica— ¿Cuál es tu nombre cariño?

—Harley —respondo con la garganta ardiendo.

—Muy bien Harley, yo soy Peyton. No te había nunca visto por aquí—sonríe y me da un empujón amistoso, está lo suficientemente ebria para darse cuenta que soy por lo menos cinco años menor que ella.

—Eh... sí. He sido transferida de otra universidad —miento.

— ¡Genial! Te presentaré a los chicos —tira de mi mano y me guía sabrá Dios a dónde.

Una razón para no matarte [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora