Una razón para no matarte [EN PAUSA]

|| Capítulo IV ||

Alison

Observo el noticiero en la sala mientras como un tazón de cereal. Mi mejor amigo se encuentra dando las noticias, a pesar de ser algo tonto en ocasiones es una persona muy preparada en cuanto a periodismo. Al terminar sus estudios universitarios, USA-Info se encargó de tomar su potencial para convertirlo en el excelente presentador que es ahora. Tomo asiento junto a mi abuela quien está leyendo una revista de decoración.

"En últimas noticias, por primera vez en 30 años se ha encontrado un nuevo caso de mutilación en Portland. La policía estatal ha hallado esta mañana el cadáver de Valerie Adams Collins, ciudadana de 21 años de edad mayormente conocida por sus padres, Robert Adams, empresario popularmente conocido por su carrera y Kortney Collins, una de las mejores abogadas del estado.

Según la fiscalía general de Portland que ha abierto una investigación del suceso, los padres fueron quienes encontraron la escena del crimen y se dice que una rosa roja reposaba en los restos de la víctima. Siendo una noticia desgarradora damos fin a nuestro portal y como siempre es un gusto hacer llegar información a sus hogares. Me despido, Soy Nathan Parker y nos vemos en próximas transmisiones.

Y de esa manera Nate culmina el programa informativo. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Valerie Adams nunca fue de mi agrado, pero esa noticia me dejó totalmente anonadada. Sus padres habían asistido varias veces a los eventos de mamá, y se notaba que eran buenas personas, no merecían encontrar el cuerpo de su hija así.

—Dios, pobre chica, le diré a tu madre que llame a Kortney y a Robert para hacerles llegar nuestras condolencias. Y tú señorita, te agradezco tener precaución, un loco anda suelto por las calles y no estoy preparada para sentir ese dolor.

—Gracias por el consejo abuela, igualmente sabes que Nate me lleva a todos lados siempre que puede.

—Deberías pensar en serio en comprar un auto. Ya es hora de dejar el pasado Ali —el tono de voz de la abuela Eleanor se vuelve un poco más serio al decir esas palabras.

—Todavía no estoy preparada para eso abue, no quiero tener algo que me recuerde diariamente el estado de shock por el que pasé. No ahora.

—Respeto tu criterio mi cielo, ahora levántate que llegarás tarde a tu primer día de pasantías. —Me levanto del sofá notando que el chofer que pidió mi madre está esperando afuera. 

—Nos vemos abuela, deséame suerte —digo dejando un beso en su mejilla.

—La suerte es para los fracasados querida. Éxitos, éxitos para ti —río tras la expresión de mi abuela.

Camino hasta el exterior y subo al auto.

Cuando llego al Medical Center, bajo del auto dándole las gracias al chofer y luego me adentro al hospital, específicamente a la oficina de Regina para comenzar con mis labores de inmediato.

Antes de tocar la puerta, me arreglo un poco mi coleta alta y ojeo en un espejo mi presentación. Si Nate hubiese sido mi chofer, me habría dicho que todo está bien y que mi día sería excelente. Pero esa no es la situación. Toco la puerta de manera fuerte y escucho un "adelante" demasiado enojado.

Al momento de entrar, lo primero que encuentro es una Regina muy molesta teniendo una llamada telefónica.

— ¿Qué fue lo que te pedí? —Dice de manera autoritaria— ¡Exacto!, eres un imbécil Drake, en verdad no sé por qué diablos me casé contigo. Gracias al cielo nos estamos divorciando, porque ya no aguanto tus estupideces ¡Madura de una buena vez! —dice colgando.

—Buen día doctora Robinson, ¿cómo se encuentra? —Digo con voz temblorosa.

—Buen día para usted también señorita Thompson, veo que ha sido puntual —mira el reloj que tiene en la muñeca derecha sin responder como se encontraba. – Disculpe por haberla sometido a tan estresante situación con mi ex-esposo, pero era una llamada urgente. –Explica suavemente– Lo primero que hará será estar con la enfermera James en el área oncológica –se levanta de su silla y me ojea rápidamente – Sígame.