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Luego de decidirse, Zayn se bañó lo más rápido que pudo pero que fuese suficiente para quedar muy limpio. Caminaba ansioso por llegar al lugar y que el castaño estuviera allí. Que era muy poco probable.

Las nubes cada vez eran más oscuras y se podía observar que aparecían más con el pasar del tiempo.

Aquel lugar no quedaba tan lejos, a unas cinco cuadras. Ya estaba por llegar, de hecho, y podía notar como se ponía nervioso, sus manos sudaban y se olvidaba una que otra vez como caminar. Podía ver desde lejos el lugar, pero no había nadie. Su cara parecía decepcionada. Llegó y decidió esperar un poco bajo un árbol.

Cuando ya había esperado lo suficiente comenzaron a caer las fuertes y heladas gotas. No era una lluvia normal como la mayoría, esta era diferente, y Zayn lo sabía.

Este último corrió por las fuertes gotas que impactaban por su cuerpo, y no exageraba, en realidad estaban heladas.

¿Granizo? Eso parecía.

Tendré que esperar aquí. - Zayn decidió escampar en un edificio cerca del lugar, dónde habían personas que también escampaban de la fuerte lluvia.

Pasó exactamente media hora. Todas las personas ya se habían ido a pesar de la fuerte llovizna. Sólo quedaba él.

—Supongo que no parará, tendré que irme corriendo. No hay otra manera.

Hablaba en voz alta.

—A la cuenta de tres...

—Uno...

—Dos...

—Tr-

—¡Espera! - la lluvia pareció parar cuando Zayn volteó rápidamente y se encontró de nuevo con esos ojos café. Una sonrisa apareció en su rostro.

—¿Adónde ibas? ¿No ves que es peligroso? - preguntó un Liam preocupado desde las escaleras del edificio.

—Ehh... si, me iba a mi ca-

—En primer lugar, ¿por qué saliste de ella con todo lo que está pasando?

La interesante conversación fue interrumpida debido a los fuertes y constantes truenos, ambos se asustaron por ello y reían entre sí. Era un ambiente especial, tranquilo, sólo estando ellos dos.

ziam | cosas de perrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora