ziam | cosas de perros

08.

Tres meses pasaron, y con ellos los encuentros, citas y salidas aumentaron. Tanto Zayn como Liam estaban seguros que estar juntos era lo que anhelaban. 

Mañana le pediría al moreno que fuese su novio, y para que negarlo; estaba ansioso, desesperado, asustado y nervioso. Y era normal, pues no había tenido una relación desde que inició la preparatoria, había madurado y cambiado muchas cosas de sí mismo. Ahora que estaba a solo unos meses de graduarse sabía que quería a Zayn a su lado para el resto de su vida.

Eran las 7:20, y Liam esperaba un poco más para poder irse, pues sus clases iniciaban a las 8:30 y pues relativamente le quedaba cerca, así que no tenía por qué apurarse.

Zayn por su parte, terminaba de comer lo más rápido que podía, a este si le tomaba más tiempo llegar, no tenía suerte vivir cerca, tomó un poco de pintura de labios para aplicarse, sólo para hacer a estos de un color un poco más rojos de los que ya tenía. Se dirigió hacia la puerta para irse, despidiéndose de Man acariciándole la cabeza.

Llegó justo a tiempo. Se adentró en el gran edificio. Se dirigió a su casillero, y vió que había una carta y en ella unas patas de perros. Curioso miró ésto y volteó a ver a todas las direcciones con una sonrisa asomándose en su rostro. Negó tontamente con una sonrisa. Hoy no tenía muchas clases, tenía la tarde libre.

Recordó que su mamá le había dicho para hacer una cena y que Liam fuese el invitado, le pareció oportuno ya que había visto unos mensajes en el teléfono de Zayn.

El moreno rió ante esto, al recordar todas las preguntas que le hizo su madre.

—¿En qué piensas?

Salió de sus pensamientos al ser sorprendido por Liam.

—¿O en quién? Aunque debe ser algo bueno por la sonrisita que tienes.

—¿Y-o? ¿De qué hablas? 

—Vamos, no trates de ocultarlo y dime.

—Yo... pe-ensab—¿En? -Liam estaba ansioso, y hacía un gesto con su oreja como queriendo decir que no escuchaba.

—Pensaba en ti, Liam.