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Suspiró un poco cansado, pero era su obligación asistir a la reunión.

—Russie, llegaste temprano.

Su ánimo mejoró por completo al escuchar esa voz, porque nada alegraba más su día que ver a aquella hermosa flor.

—Tú tam... bién...

Pero se quedó sin palabras, mirando a Canadá, apreciando cada detalle de ese rostro, deslumbrado por la belleza de aquella dama.

—¿Qué sucede? Te quedaste en silencio...

—Tú... —Rusia señaló esos labios.

—Me puse labial hoy... ¿No me queda bien? —se alteró—. Ame me dijo que se veía bonito... Pero me lo quitaré —rio nerviosa—. Supongo que es raro... Yo no suelo usar cosas así y...

—Te ves hermosa...

—Gracias —enrojeció.

Porque no había algo más estremecedor para Canadá, que escuchar la grave voz de Rusia al decirle algo bonito... por más simple que fuera.

Indispensable [Canadá x Rusia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora