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—Todo se ve genial —Canadá miró encantada el restaurante—. Pero no sabía que era formal... Y yo traigo jeans —se escondió detrás de Rusia—. Qué vergüenza.

—No lo es —Rusia sonrío divertido—. Es sólo que a Ale le gusta vestir formal.

—Bienvenido —Alemania se dio cuenta de la chica detrás de su amigo—. Vaya, la trajiste.

—Hola —sonrió Canadá mostrándose parcialmente.

—Me alegra que Rusia trajera a su novia.

Pánico.

Rusia entró en pánico, agitando sus manos en negativa, intentando darle una pista a su mejor amigo.

Pero fue tarde.

—¿Novios? —Canadá miró a Rusia—. ¿Somos novios? —lo miró confundida.

—Yo... —boqueó—. Bueno...

—Canadá, ¡¿te gusta los peces?! —Ale tuvo que intentar salvar a su amigo—. ¡Hay una pecera al fondo del restaurante!

—¡¿Son de colores?!

—Vamos a verlos.

Alemania intentó desviar la atención de Canadá como pudo, y lo logró con un poco de esfuerzo, porque fue su culpa el decir eso... Olvidó preguntarle primero a Rusia sobre cómo iba esa relación.

Lamentablemente su amigo no había progresado demasiado.

Pero se veía muy feliz.

Indispensable [Canadá x Rusia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora