Capitulo 7

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Wei Wuxian tenía razón.

Jin Ling sintió que su salud se había recuperado por completo en medio de su reclusión autoimpuesta, y la piedra que había caído en su corazón en la última conferencia había desaparecido.

Estaba escuchando el informe de Qiang Xuande sobre aquellos tres meses, cuando un sirviente toco la puerta de su estudio comunicando que su tío lo había visitado.

Salió antes de que se terminara de aclarar cuál de todos.

No debería haberse ilusionado tan pronto, y porque razón un sirviente relativamente nuevo era quién venia a comunicar nada era una cosa que exigiría que fuera investigada una vez que pudiese controlar la decepción amarga que le lleno la boca al ver a Wei Wuxian frente a él.

- Podrías disimular tu desilusión, Jin Ling – el cultivador demoniaco hizo un puchero al ver la expresión de su cara, Jin Ling solo pudo asumir que su expresión era lo suficientemente trágica como para creer que alguien había muerto – uno diría que he matado todas tus esperanzas ahora mismo – la risa que siguió a sus palabras solo provoco que Jin Ling quisiera decirle que si bien no las había matado todas si que había asesinado a un gran número. No lo hizo.

- No digas tonterías – se escarapelo como un gato ofendido, apretando los labios un segundo para luego invitarlo a sentarse – solo me he sorprendido de que seas tú, no sueles venir a verme... ¿Qué te trae por aquí? – sacudió una mano en dirección a los sirvientes presentes para que salieran, mientras el mismo servía el té a ambos. Más por costumbre que por verdadero deseo.

No se le ocurrió preguntar porque no había enviado una nota antes de aquello.

Wei Wuxian sonrió de forma extraña y le extendió un retrato pintado en una hoja semi desgastada mientras comentaba.

-Jiang Cheng me dijo que lo reconocerías, también me dijo que no podrías recibirme antes de hoy.

A Jin Ling le tomo una mirada reconocer al hombre del retrato antes de entrecerrar los ojos, inconforme.

- Es el monje budista, Zhang Huiji que estuvo de visita en mi torre Koi hace dos años, o por lo menos, alguien con una cara muy parecida a la suya – comento, apartando el papel y dejándolo sobre la mesa, volvió a mirar al cultivador demoniaco - ¿Por qué me lo muestras?

- Pienso que es el cultivador demoniaco que te ataco hace tres meses -explico su invitado, antes de darle una larga charla acerca de como se lo había encontrado.

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Wei Yin había encontrado el primer relato confiable sobre el cultivador demoniaco del pueblo que estaba cerca al bosque donde había ocurrido el ataque a Jin Ling, los jóvenes cultivadores enviados a reconocer el lugar y los experimentados exploradores que habían estado antes que él no habían tenido la delicadeza de preguntar en el pueblo.

Probablemente porque solo era un cultivador demoniaco, conocer su pasado no era importante precisamente a menos que el cultivador fuera difícil de derrotar.

Resulto ser imposible de vencer una vez los tres grupos de caza formados entre Lán, Nie y Jin, lo enfrentaron a una vez a él y a su bestia demoniaca.

Dos años antes, una numerosa ola de cadáveres asolo el bosque al lado del pueblo, y las personas empezaron a morir uno por semana, yéndose los cadáveres de su tumba a la noche de su respectiva muerte.

El jefe de la aldea escribió llamadas de auxilio a cuanta secta de inmortales conocía, pero nadie acudió.

Nadie, excepto un monje budista que llegó por allí explicando que había escuchado de su tormento y había ido a ayudarlos.

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