Dos meses antes Jin Ling había cazado cada zorro plateado que había se había cruzado en su camino y más tarde los había entregado a su sastre personal para que hiciera aquella capa.
Por lo que, al ver a su tío desenvolver su regalo, tenía amplias expectativas acerca de su reacción, es verdad que sabía que no era precisamente lo que él solía usar y estaba seguro de que el líder de Yummeng Jiang tenía preferencia por la piel de oso en cuanto a abrigos, pero el modelo de aquella capa de zorro plateado era lo suficientemente elegante y discreto para atraer su atención, o eso pensaba.
- ¿Te agrada? –preguntó, al verlo estudiar la capa por largos minutos sin emitir palabra.
Jiang Cheng elevo la mirada de la prenda hasta su sobrino hasta que sus miradas se enfrentaron, sus manos se perdieron en el pelaje plateado bajo sus dedos, la piel era suave y la sensación, agradable; lo suficiente para entender cuanto debía haberse tratado la piel después de haber sido cazado el animal, también sospechaba que Jin Ling había cazado cada uno de los animales que habían sido usados para la prenda, el chico era demasiado orgulloso para darle algo que no había sido logro suyo. Se sentía bastante complicado en su corazón.
-Me agrada –asintió, para luego volver a mirar la prenda distrayéndose con la pelusa en sus manos, desde luego había poseído prendas iguales, pero aquella le gustaba en particular, era... era la primera vez que recibía un regalo hecho con tanta intención –Es... agradable.
- ¿Necesitaras ayuda para ponértela? –Jin Ling por su parte no podía saber cuan complicados eran los sentimientos que su regalo había provocado.
Aunque la alegría devoradora que lo había mareado la primera semana tras la claudicación de su tío ya había pasado y a cambio había llegado a calmar los acelerados latidos de su corazón junto a la sonrisa idiota de sus labios había sido controlada al fin, la fascinación de tener la promesa de su persona y saber que estaban juntos aún conseguía desatar una alegría protectora y feroz en su pecho, haría lo necesario para hacer feliz a su amante y pensar y dar regalos agradables y ricos le daba suficiente distracción cuando no podía llenar Lotus Pier de paquetes rojos y vino matrimonial, ante todo porque estaba seguro de que su tío no apreciaría el gesto.
Entonces, al verlo distraerse de nuevo con la prenda, no pudo soportar no tener su... los regalos se daban con la intención de complacer a alguien y obtener un agradecimiento por ellos y Jin Ling sentía que en realidad no pedía mucho, solo quería besarlo una sola vez, no lo había hecho en meses.
-Está bien –la voz de Jiang Cheng fue calmada y extendió sus manos liberando la capa en las manos de Jin Ling, que las había extendido sin darse cuenta –Aunque si quieres verme usarla más tiempo, tendrás que esperar que lleguemos a Gusu Lan –finalizó, y la vanidad apenas contenida del joven se mostró en sus ojos revelando una mirada presumida y triunfal, había soñado con aquella posibilidad.
Nadie podría decir que el temido líder de Yummeng Jiang era vanidoso a la hora de vestir, después de todo el estilo de Yummeng Jiang favorecía la efectividad en batalla, pero incluso él había terminado usando capas de piel a causa del temido invierno de la secta Lan, y aquel año parecía anunciarse inesperadamente frío. Las invitaciones habían recomendado usar ropa abrigadora.
Por supuesto, nadie sabría o sospecharía que la capa era un regalo de Jin Ling, el color de la tela eran el color del clan Jiang y el color plateado funcionaba como enmarque justo, no obstante, era un regalo suyo, se sentía particularmente contento si su persona llevaba un regalo suyo frente a otros, Jin Ling sentía que podía ser feliz con esos detalles.
Al ver los ojos del joven brillar, Jiang Cheng suspiro resignado enviando las oleadas de leve y cariñosa exasperación al fondo de su pecho; había sido joven alguna vez, por supuesto que sabía que corría en la mente de su sobrino. Aun así, había estado dispuesto a concederle aquella victoria y no había razones para enfadarse por mucho que quisiera.
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Dos Amantes
FanfictionSi había algo que decir sobre Jiang Cheng era una verdad sencilla: su corazón era muy pequeño. No siempre había sido así, es verdad, pero era el mimado hijo de un líder de secta, y su corazón al final del día y en aquel momento de su vida solo conte...