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"Estoy loca, pero te gusta
Muerdo
Margaritas en tu mesa de noche
Nunca lo olvides, florezco en la luz de luna"- Daisy – Ashnikko
India estaba sentada esperando a su madrastra, había visto a Bill llamar a la banquetera, como también a los organizadores diciendo que la boda se cancelaba. De esos habían pasado casi cinco horas y agradecida también que su amigo Massimo estuviera en la ciudad, el rápidamente se ofreció a solucionar el problema de su madrastra a la brevedad sin que ella fuera directamente involucrada.
Bill observo como el hombre moreno besara las dos mejillas de la chica antes que ella lo hiciera entrar a su hogar. La chica mira como Olivia entra a la casa ofuscada a través de las ventanas, incluso empuja al chofer de la limusina diciéndole varios improperios mientras entraba a su hogar.
- ¡Bill! - grita ella furiosa
- ¿Qué pasa cariño? - sonrie Bill viéndola mientras bebe un vaso de whiskey
- No juegues conmigo ¡¿Qué hiciste jodido imbécil?! - grita empujándolo- tu idiota, ahora todos sabrán la verdad, no quedaré como una maldita loca que abandonaron en el altar
- Ni siquiera llegaste a el- sonrie India desde el sillón bebiendo su propia copa de champagne
- ¡Tu mocosa! - gruñe corriendo hacia ella- tu planeaste eso ¡Pero no lo conseguirás! Tengo las fotos no lo olvides Bill... Puedo destruirte inútil.
Un hombre con varios tatuajes aparece frente a Olivia estaba en las ventanas de pie, era moreno, guapo, la hace retroceder. A pesar de su aspecto de Dios su mirada era oscura y fría, como si leyera todos tus pensamientos.
- ¿Quién es el? - ríe- tu jodido marido me asustara.
- El no es mi esposo- sonrie- el es el señor Massimo Torricelli, no creo que sepas de él, tenemos negocios en común.
- ¿Socio? Un hombre socio de ti una maldita cría que ni siquiera tiene cuerpo para nada...
- Aunque no lo crea- dice Massimo sonriéndole
India se pone de pie.
- Tu matrimonio fue cancelado, eres una zorra manipuladora, realmente eres rastrera Wilde no pensé que llegarías a estos caminos, pero ya nada me asombra de ti.
- Yo- dice sonrojada
- Por ello te daré un último favor, tómalo como una salida que no dañe tu reputación- sonrie- el señor Torricelli te llevara con él a Sicilia
