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Ese día el partido de fútbol los tenía a todos alterados, soltado fritos y saltando a cada rato. Jasper estaba divertido de que todos sus compañeros estuviesen eufóricos por el partido contra la escuela del pueblo a diez minutos, pero se sentía feliz de que todos lo apoyaran de esa forma. Ese día el entrenador los tuvo toda la clase practicando a patear el balón, correr de un lado para otro y demás.

Cuando llegó la hora del lunch ya todos estaban en la cafetería igual de revoltosos que todo el día, el castaño caminó a la mesa donde estaban todos sus amigos, todos con su comida en la mesa y hablando casi a gritos. Divisó a su mejor amiga hablando eufórica con Josie en el extremo de la silla, caminó decidido a ellas hasta que una mano enrollada en su ante brazo lo detuvo con firmeza.

Al girarse, se dio de bruces con Sue, su novia. Sonrió al verlas, llevaba varios días actuando extraña, desde la fiesta de Dafne para ser exactos y, eso ya había sido semanas atrás.

Se veía realmente molesta, su cabello pelirrojo solo agregándole dramatismo al fuego en sus ojos.

-¡¿Por qué me has estado ignorando, Jasper?! -rugió molesta, pero lo suficientemente bajo como para que solo él lo escuchara.

Se quedó pasmado. Ella era quién lo ignoraba, no respondiendo a sus llamadas y dejando sus mensajes en visto.

-¿Perdón? -dijo confundido.

-Una simple disculpa no arreglará nada. -aseguró señalándolo.

-Sue, no entiendo nada. -admitió viendo a ambos lados perdido.

Ella bufó molesta, parecía un toro a punto de atacar.

-¡¿Qué clase de novio eres?! ¡¿Eh?!

Él parpadeó lento.

-Sue, te llamé todos estos días y no me respondiste. -aseguró.

De un solo manotazo, la bandeja con comida en sus manos terminó en el suelo, dejándolo sorprendido y pasmado. Aquello logró llamar la atención de todos, girando a ver la escena que formaba aquella chica.

Jasper la miró molesto, ella sonriendo como una completa desquiciada.

-¿Qué rayos te ocurre? -susurró conteniendo su rabia.

-Fácilmente me pudiste buscar para hablar. -dijo, su sonrisa borrándose. Se acercó al castaño señalándolo directamente al pecho, algo que lo irritó bastante. -¿Acaso estabas con otra? ¿Piensas que soy estúpida o qué?

Jasper rodó los ojos.

-Hablaré luego contigo, Susan. -declaró, dispuesto a irse por otra bandeja de comida.

Ella volvió a clavar sus uñas en su brazo. Los ojos de Jasper viajaron molestos a aquella zona, respirando profundo para calmar su enojo.

-No me ignores. -siseó molesta, como serpiente a punto de derramar su veneno.

Él la observó tan irritado como nunca antes lo había estado. Movió su brazo con violencia, safándose de una y yéndose lejos, saliendo hasta de la cafetería con los humores de un ogro.

-Fue épico, lo juro. -dijo Samantha, mordiendo efusiva su perro caliente.

Eran las seis de la tarde, con el cielo tornándose de colores cálidos gracias a que estaban llegando al invierno y, en aquellas épocas el cielo se tornaba de aquellos hermosos colores. Todos se encontraban populando por los alrededores de la cancha de fútbol a pocos minutos de que el partido comenzara.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2020 ⏰

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El fantasma del pájaro  || PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora