Clarke Griffin pertenece a una ONG que centra su atención humanitaria en los paises de centro África. Su trabajo es enseñar a los médicos nativos y promover la salud entre las mujeres y niños del lugar. Todo se complica cuando una revuelta militar p...
Se ha hecho esperar, pero ya tenemos nuevo capítulo. Aviso que van a aflorar muchas emociones y de muchos tipos distintos, así que, a prepararse unas palomitas y a empezar a leer.
xxxxxx
Poco a poco iba saliendo de ese mundo donde unos bonitos ojos azules le habían acompañado, y entrando en otro donde esperaba encontrar esos mismos ojos al abrir los suyos. Como se dice coloquialmente, había dormido como un bebé, nunca había descansado tan plácidamente después de volver de una misión como la del día anterior, siempre le daba vueltas a cada una de sus acciones y más, si había algún herido para saber que podía haber hecho para evitarlo. Por supuesto, el calor, el aroma, la suavidad del cuerpo de su doctora, y las caricias que le regalaba en cada momento, eran la causa indiscutible de ese feliz descanso.
Abrió los ojos sin mucha dificultad, ya que todavía el sol no entraba con intensidad por la ventana. Tenía la mitad de su cuerpo sobre el de Clarke, rodeando con su brazo su cadera y notando como el pecho de la doctora subía y bajaba en una respiración rítmica y relajada que le indicaba que todavía dormía. Levantó su rostro y lo que vio, sabía que era lo que quería ver todas las mañanas del resto de su vida. Clarke tenía unos alborotados mechones rubios sobre su frente, y los labios entreabiertos dibujando una ligera sonrisa. Retiró esos cabellos de su frente y la reacción fue la aparición de unas adorables arruguitas en ese lugar y un pequeño movimiento de nariz. Sus labios se curvaron al observar esos gestos y no pudo evitar pasar sus dedos por esas arruguitas, acariciar esa mejilla y dibujar con sus dedos esos labios que le provocaban besarlos.
Y eso hizo.
Se incorporó lo suficiente para unir sus labios con los de la propietaria de su corazón de forma dulce, tierna, suave........ al principio no hubo respuesta, pero pasados unos segundos, esos labios dormidos reaccionaron y acoplaron el movimiento a los suyos. Disfrutó de ese momento sin importar el tiempo empleado en ello y al acabar ese contacto, se encontró con un azul somnoliento que le sonreía.
-buenos días doctora...........
Caminaba por la fina línea que separa sus sueños de la realidad, cuando sintió unos labios sobre los suyos. Pensó que era la continuación de eso que estuvo llenando su mente toda la noche junto con unos ojos verdes y, por qué no decirlo, también una lengua y unos dedos habilidosos que le habían llevado al éxtasis varias veces en ese mundo de fantasía que luego se trasladaba a la realidad, pero no tardó en darse cuenta que no era un sueño, que no era una ilusión, notaba ese suave tacto y el calor del cuerpo de Lexa sobre el suyo, así que siguió ese beso hasta que la necesidad de aire les hizo parar y abrió los ojos encontrado ese verde que le había cautivado desde el primer día y que correspondió con una sonrisa.
-buenos días comandante - Ahora fue Clarke la que acarició el rostro de Lexa -¿qué tal has descansado?
-maravillosamente bien, gracias a ti............ y pienso agradecértelo.
La sonrisa que mostró Lexa, reflejaba lo feliz que era en ese momento, pero sus ojos............. ..... sus ojos oscurecidos eran puro deseo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
