- Una caída ridícula -

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Skadi se despertó tarde aquel día, lo supo en el instante en que Avery se asomó por la puerta de su habitación. 

-Cariño, ¿te sientes mal? 

Ella levantó la cabeza y miró hacía la puerta totalmente confundida, aún con las legañas en sus ojos.

-¿Eh? 

-¿No tienes clase hoy? -insistió su abuela.

Los ojos de Skadi se abrieron de golpe. 

-Mierda.

-Esa boca -protestó Avery

Skadi saltó de la cama hacía el armario se puso unos vaqueros y un jersey, de zapatos unas botas. Corrió al baño donde se hizo una coleta y se lavo los dientes y la cara para quitar las legañas de sus ojos. En 10 minutos estuvo lista, fue a su habitación para echarse el trabajo de Historia y salió corriendo de casa.

Anoche estuvo redactando el trabajo para tenerlo presentable, por eso se durmió tarde. Ahora tenía que correr para llegar a clase pronto y entregar el trabajo. 

Escuchó a su abuela llamarla para desayunar, pero ella solo pudo gritarle que llegaba tarde a clase antes de salir por la puerta. 

Corrió como no lo había hecho en su vida, no se resbaló de milagro. Miró su reloj solo para comprobar que llegaría con el tiempo justo y quizá un pulmón fuera. 

El día era nublado, pero no demasiado, aún así hacía frío, se notaba en el ambiente, pero sobre todo por el suelo que estaba un poco helado. Rezó a todos los dioses para que la protegieran y sobre todo para que pudiera cumplir su objetivo, entregar el trabajo de Historia. Luego podía morirse.

Llegó al aparcamiento exhausta, y cansada casi sudando debido al jersey y la carrera. Los Cullen estaban al lado de su coche sin moverse. Rosalie y Emmett entraron al instituto mientras que Jasper y Alice permanecían junto a Edward. 

Entonces todo ocurrió deprisa. 

Skadi estaba mirando a los Cullen, por lo que no vio por donde caminaba. El suelo helado la hizo perder el equilibrio cayendo de boca al suelo. Sin duda una imagen divertida que si alguien hubiera grabado estaría en Internet junto a todos aquellos videos graciosos de gente cayéndose. 

El problema fue que pasó tan rápidamente que ella no pudo colocar las manos y su cabeza golpeó el suelo. Skadi se quedó tumbada en el suelo, deseando morirse con tal de no pasar semejante vergüenza. Ojala la tierra la engullese y desapareciese. 

Al mismo tiempo, un chirrido horrible se escuchó y casi al otro lado del aparcamiento, una camioneta se dirigía sin control hacia Bella. Edward actuó por instinto y ayudó a Bella de una muerte segura mientras que Skadi no era consciente de que su amiga estaba en peligro. Por suerte nadie la vio pues todo el mundo fue hacía el accidente.

Sin embargo un olor tensó a Edward, Alice y Jasper, el olor de la sangre. No era la sangre de Bella, pues ella pese a golpearse también en el suelo, no llegó a hacerlo con fuerza.

Skadi se incorporó un poco en suelo y se tocó la frente, sentía frío y dolor en aquella zona. Cuando sus manos tocaron su frente sintió escozor, se miró la mano encontrando aquellas manchas rojas. Sus dedos estaban manchados de sangre. 

Jasper se tensó, sintió la mirada de Alice sobre él. Podía sentir el sabor en su boca, el dolor en su garganta... Él era un depredador y el olor de la sangre sacaba aquella parte de él. 

Pero había algo más. Skadi había sido la primera en tener una conversación casual. Descubrió que hablar con ella o simplemente escucharla era agradable. Tampoco podía negar la curiosidad que ella le causaba, la primera persona con la que su habilidad no funcionaba. Ni siquiera sus hermanos sabían el por qué. 

West Coast (crepúsculo) (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora