Skadi es una chica normal, quizá con un nombre extraño, pero con la vida de una adolescente cualquiera. Sin embargo, todo está a punto de cambiar, con solo una fiesta y un castigo...
Deberá ir a vivir con sus abuelos a Forks, un pueblo perdido, do...
Skadi estaba en la biblioteca, tenía una mesa entera para ella sola, ocupada por sus libros, desde Historia hasta, Literatura. A su lado en la mesa tenía un termo con café caliente. A pocos días estaban los exámenes finales y ella prácticamente hacía vida en la biblioteca. Casi se había olvidado de todo aquel tema de los vampiros, de su hermana y hasta de Bella, aunque de vez en cuando la veía en los pasillos con su pierna escayolada.
Ambas se habían reunido en la biblioteca para estudiar, cada una concentrada en lo suyo. Daniel incluso le había dejado aquellos días libres para que estudiase. El pequeño zorrito había crecido un poco y ahora estaba en casa comiéndose las patas de las sillas.
Trigonometría era la asignatura que más se la atravesaba. Es cierto que con el nuevo profesor que tenía en Forks se enteraba de mucho más, pero a la hora de hacer ejercicios dudaba demasiado de sí misma. Por suerte, Bella la ayudaba.
En cuanto llegó el momento, Skadi se levantó dejando a Bella allí con sus cosas mientras iba a hacer su primer examen: Historia.
En cuanto al tema de Mary... misteriosamente el director comunicó que se iría a otro instituto por lo que no volvería a verla en Forks. Sabía que Jasper o los Cullen habían tenido algo que ver, pero no sabía si debía preguntar o si la respuesta le iba a gustar. Lo que sí sabía es que supuso un alivio para ella que no supo como agradecer.
Ella iba confiada a clase, había estudiado y repasado mil veces con Jasper, sabía que iba a aprobar pero ella deseaba más que un aprobado.
Cuando salió del examen tenía una sonrisa en su rostro. Jasper la vio salir y un poco nervioso se acercó a ella.
-Parece que te ha ido bien.
-Así es. -aseguró- En realidad el único examen que me preocupa es el de Trigonometría.
-Te saldrá bien, ya lo veras. No he visto a nadie estudiar tanto como tú. -bromeo.
-Para ti tiene que ser esto tan sencillo, te lo sabrás de memoria ya. -Jasper sonrió con diversión, mostrando los dientes.
Pero había nerviosismo en él, después de lo ocurrido con Bella y Freya, Jasper comenzó a darse cuenta que no podía dejar pasar el tiempo así. No cuando la vida mortal era tan efímera. Tenía que arriesgarse.
Jasper se aclaró la garganta mientras ambos caminaban de vuelta a la biblioteca.
-Los exámenes están por acabar... y se acerca el baile de promoción... -aquello captó el interés de Skadi, que miró a Jasper con las mejillas enrojecidas- ¿Te gustaría acompañarme al baile?
Skadi enrojeció aún más, se sentía como en un sueño del cual no quería despertar.
-Claro que me gustaría acompañarte. -dijo Skadi con una sonrisa.
Se sentía tan feliz que Jasper solo pudo sonreír por aquella emoción. Había dicho que sí...
(...)
Skadi no estaba nerviosa, ni asustada, estaba aterrada. Aquella tarde se vistió con su mejor vestido, aquel compró hace meses en Port Angeles. Era un vestido sencillo, de un tono oscuro, de tirantes y con un escote delicado, sin exceso.
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