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Había pasado ya una semana desde que Horacio seguía confuso ante las cosas con las cuáles su mente estaba jugando, se sentía pésimo el estar imaginando algo así con la pareja de su mejor amigo de toda la vida, pero le era imposible no poder hacerlo, moría por probar esos labios y saber si era verdad que Conway era todo un dominante en la cama.
—¿Y pol qué no lo hablas con Gustabo?
Está interrogante hizo que cayera de nuevo a la realidad, topandose con Kalahari sentado frente a él en aquella cafetería —¿Estás bromeando? Primero muerto antes de que pueda hacerlo, es su novio.
—Amante.
—Lo que sea, a lo que voy es que al final de cuentas ellos están juntos y no es normal que yo tenga esa clase de pensamientos.
—Pelo si Gustabo también los tiene cablón.
—¿Cómo dices? —Horacio miró con gran confusión a su amigo.
Kalahari al notar lo que había dicho solo se limitó a tomar su taza de café para darle un sorbo, la había cagado y el ambiente se había tornado un tanto incómodo para ambos.
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El golpeteo de sus dedos sobre la mesa era el único sonido que se escuchaba en toda la habitación, estaba comenzando a frustrarse, ya llevaba más de una hora dando vueltas al asunto. Se encontraba en la casa de su amigo, sabía que ese día Kalahari saldría con Horacio así que quiso aprovechar para seguir hablando con Armando sobre su situación.
—Pero Gustabo no puedes estar pensando en eso ¿qué pasó con Conway? —Armando lo miraba con cierta molestia.
—Pero...—Gustabo le dirigió la misma mirada —joputa no lo hagas sonar como si ya no lo quisiera.
—Discúlpame pero para mí no hay otra explicación.
—Armando, me conoces desde que eramos un par de adolescentes, sabes perfectamente que yo en cuestiones sexuales no puedo estar con una sola persona y ya llevo dos años enteros teniendo sexo solo con el viejo.
—¿Entonces por qué decidiste tener algo serio con él? —le interrumpió rápidamente su amigo.
—¡No lo sé coño! Tal vez la emoción del momento, que al fin había logrado llevarme algo tocho después de quién sabe cuánto tiempo estarlo deseando.
Armando dió un enorme suspiro, mientras continuaba —¿Pero de verdad me estás diciendo que tienes unas ganas enormes de cogerte al novio de tu mejor amigo, solo porque tu pareja no tiene la suficiente atención cariñosa contigo en la cama?
