capítulo 8

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Narra Keily

Acabó de llegar el restauran, les digo lo que tienen que hacer y estoy pasando unas cosas en limpió, cuando tocan la puerta.

- Pasen - digo concentrada en lo que estoy haciendo.

- Señorita Keily hay una clienta que está un poco renuente con la comida dijo que no iba pagar nada - la miró y me está viendo con temor.

- Ya voy para allá - ella asiente - te puedes retirar.

Término lo que estoy haciendo y voy caminando para dónde ésta la ridícula cliente.

- Camila ¿Dónde está? - me va asustada tampoco para tanto.

- Sigueme señorita Keily - camino todos me ven, la mayoría me conocen pero algunos no cuando llegó veo algo inesperado, Samantha me ve y lo que están en la mesa también - Ellos son señorita.

- te puedes retirar - le doy una sonrisa ellos me ven si nunca esperaba que yo fuera la encargada del restauran, respiró profundo profesional Keily me digo mental mente - Buenas tardes, corazones me dijieron que tiene una queja sobre la comida soy la que da las ordenes estricta, si no le gusta mi comida, no tiene por que venir para éste restauran y mucho menos a criticar, yo soy la que cambió todo aquí el restauran, si tiene una queja tenían que venir a quejarse conmigo, no insultar a mis empleados,me imaginó que sus padres le enseñaron valores y lo tiene que poner en práctica - todos me ven y me siento muy orgullosa - ¿Algunas quejan que me tengan que dar?

Se que dan callados, Alaska no sabia que yo trabajaba aquí bueno ninguno de ellos, están con unos señores mayores.

- He... Disculpa a mi prometida, es que ella no sabe medir las cosas antes de decir - habla Eric y lo miró con mis ojos que lo quiere follar en está mesa maldita conciencia cochina mía - no tenemos ninguna queja-

- Tranquilo corazón - le respondo con amabilidad y Samantha me queda viendo con la boca abierta - disculpa aceptada, si tienen algo que decirme  estoy en mi oficina, que tenga una linda tarde.

- Yo si tengo algo que decir - se para Samantha y me ve con ojos furioso - ha usted no la enseñaron respetar a los hombres ajenos - todos las ven como si estuviera loca - como se atreve a llamar -

- Ya Samantha - La corta Alaska para que no siga con sus benditos celos.

- Querida me enseñaron los valores y respetar a los hombres ajenos pero creó que a ti te falta lo que a mi ya me sobra - la señora me ve como si me tratara de leer mi mente - no quiero seguir hablando con usted por unos celos absurdo - la miró fijamente - Señor Eric, creó que usted le tiene que enseñar a su prometida dónde está parada, si me disculpan me retiró que tenga linda tarde.

Me volteó caminado, tranquila mente tengo que llegar temprano dónde está Nadia, no se que está haciendo y no tengo tiempo para llamarla.

- Señorita Keliy - volteó hacia dónde está la personas que me esta llamando es increíble que sea la secretaria del jefe - El señor Sanoja no va llegar hoy dijo que si podía encargarse del restauran.

- Claro que si, no tengo ningún problema - ella asiente

- Bueno, con permiso me retiró que tenga un linda tarde - me dice retirándose.

Camino así mi oficina y cuando la abro ésta Santiago sentado en mi silla.

- Que sorpresa verte en mi hora de trabajo - suelta una carcajada cuando le digo eso.

El infierno de KeilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora