Volkacio AU's & One Shots

Especial Día de Muertos (2/5)

Parte 2

...

Había comida como para un ejército entero, no se lo creían ¿Esto era la cena? Habían muchos tipos de comida diferentes que no conocían.

-¿Listos para la cena? -Les preguntó Emilio tomando de la mano a su hija, la habían conocido unos minutos antes, era encantadora, ¿Cómo no lo iba a ser con cinco años?

-Lo preguntas como si fuéramos a la guerra -habló Michelle rodando los ojos.

Emilio se rió-. No estoy tan equivocado, pero más les vale que estén listos. -Cargó a su hija en brazos y lo siguió un perro pastor alemán, era jodidamente lindo pero tenía un nombre jodidamente ridículo, se llamaba "Licenciado". María dijo que el perro se llamaba así solo por hacer la coña del nombre, pero que le decían "Lic".

-¿Pero se quieren sentar ya de una buena vez? -María sonó amenazadora así que en un minuto ya todos estaban ubicados en sus lugares. Finalmente la mujer se sentó- Disculpen que haya tan poca comida, el pendejo de Emilio no me ha llevado al mercado. -¿De verdad llamaba a eso poca comida? ¡Madre mía!

Todos se comenzaron a servir a excepción de los invitados que no sabían que comida elegir.

Emilio los miró divertido ante la situación-. ¡'Amá! -Llamó la atención de su madre quien se estaba sirviendo comida-. ¿No sería mucha molestia que les sirvientas de comer a mis invitados? Parecen muy perdidos.

-Para nada mijo, ahora les sirvo -María sonrió y sin rechistar se acercó a los invitados de Emilio.

-Lo siento María, hay mucha comida y no sé qué escoger o qué se come primero -Se disculpó Gustabo.

-No te preocupes hijo, dame tu plato -Gustabo le tendió el plato con una sonrisa agradecida, sonrisa que se borraba a medida que veía la cantidad de comida que la mujer ponía en el plato. Al ver esto, Michelle, con un poco de pánico, se comenzó a servir de lo que fuera que tenía enfrente, sin importarle si era de su gusto. -Toma hijo, estás muy delgado y eso no es sano.

-G-gracias -Gustabo pasó saliva, miró atemorizado a su plato y miraba a Conway quien lo compadecía. Se iba a morir.

-¡Ahora yo María! ¡ahora yo! -Intentaba llamar la atención Freddy.

-Ahora tú güerito -Freddy se puso triste e hizo un puchero falso, Michelle rodó los ojos y comió lo que sea que estuviera en su plato. María tomó el plato de Volkov e hizo lo mismo que con el de Gustabo.

Volkov miró a Horacio pidiendo ayuda y Horacio sólo rió nervioso, temía que si le decía a María algo al respecto su ración sería doble.

Siguió sirviendo raciones descomunales hasta, finalmente, llegar a Freddy quien casí celebraba. Sólo que le sorprendió ver su plato casí vacío (a diferencia de los demás).

-¡Pero María! -Se quejó como niño pequeño-. Hasta a Conway le serviste más que a mí. -Hizo un puchero.

-Tú ya estás muy pasadito de peso -Le pellizcó la panza. Freddy miró con decepción su plato; María se compadeció y le puso dos tacos más, pero aún así era menos que los demás.

Por último, llegó a Michelle, quien ya casí se terminaba lo que se había servido, que parecía ser pollo en algún extraño, pero delicioso, tipo de salsa verde.

-¡Hija no has comido nada! -Habló realmente preocupada la mujer.

-Pero- -Michelle la miró incrédula-. Eso no es sano, estás en los huesos mija. -Pensó en algo, la pelirroja casí podía ver las tuercas moviéndose en la cabeza de María-. Mañana te llevo con mi comadre para que te cure del susto, seguro es eso. -Aún así le sirvió mucha más comida.