Volkacio AU's & One Shots

Día 2: Un Año

Puede que pase un año más de una vez
Sin que te pueda ver
Pero el amor es más fuerte
Puede que el tiempo nos aleje otra vez
Sin saber dónde estés
Pero el amor es más fuerte
Te esperaré porque el amor es más fuerte

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—Hola, soy Horacio

—Soy Viktor

Se sonrieron, finalmente Horacio se había decidido a hablarle al chico de la cafetería, le daba miedo hacerlo y por primera vez en mucho tiempo se sintió inseguro sobre lo que quería hacer puesto que veía que era un chico serio, pero al final salió bien.

El chico era muy reservado, si, pero Horacio lograba entablar conversación con él fácilmente.

[...]

Viktor ese día se veía más nervioso que de costumbre, Horacio le preguntó por ello, pero el ruso le aseguró que estaba bien. Iban caminando por el parque, era algo que ambos disfrutaban, caminar uno al lado del otro y platicar de la vida, era parte de una rutina que habían adoptado.

Volkov al salir de la academia, iba por Horacio a su universidad, o viceversa, y después iban juntos al parque o iban a ver películas al departamento de alguno.

—Viktor —El ruso se notaba más pálido de lo normal, Horacio se preocupó y detuvo el paso—. ¿Necesitas que vallamos con algún médico? Estás muy pálido.

—¿Qué? —Lo miró confundido, después analizó las palabras del de cresta— No, no, no, estoy perfectamente. De verdad... Solo, estoy un poco nervioso.

—¿Nervioso? ¿Por qué?

—Eh... y-yo. ¡Me gustas! —Al instante cerró los ojos esperando un rechazo por parte del moreno, nunca esperó sentir los labios de Horacio contra los suyos, se sorprendió bastante pero al instante tomó el ritmo del beso.

Se separaron del beso—. También me gustas, Viktor. —Tomó su mano entrelazando sus dedos y se sonrieron.

[...]

—Horacio, mírame cariño —Viktor tomó entre sus dedos la mandíbula del de cresta y con su otra mano acarició la mejilla de su novio—. Sabes que te amo, ¿verdad? —Horacio lo miró, tenía la nariz roja y lágrimas en sus ojos.

—No quiero se egoísta, sé que es un sueño para tí, soy consciente de eso, pero no te quiero dejar ir, no quiero, perdón. —Cerró sus ojos dejando salir más lágrimas.

—Yo sé que lo entiendes, cariño. Si yo pudiera elegir, me quedaría contigo toda la vida, sin milicia de por medio, sin nada.

—Viktor no, por favor —Susurró cerrando los ojos.

—¿H-horacio? —El de cresta lo miró—. No quiero obligarte a seguir conmigo, sé que una relación a distancia no es lo que pensábam-

—Volkov —El peligris se calló, nunca lo llamaba por su apellido—. ¿Me estás... Terminando?

—No, claro que no, te amo más que a nada —Lo abrazó—. Pero no es justo que te haga esperar con una promesa, tú debes vivir tu vida, debes lograr tu sueño, yo sólo voy a causar tristeza en tu corazón.

Horacio se alejó bruscamente—. ¿Y qué si quiero esperar? —Lo enfrentó—. Toda esa tristeza de la que hablas será felicidad cuando do nos volvamos a ver, ¿No es eso suficiente para tí? —Las lágrimas no le impidieron hablar, pese a que sentía un dolor enorme.

Viktor pasó saliva, tomó nuevamente las manos de Horacio—. ¿De verdad me esperarías?

—Todo el tiempo necesario.