La bruja

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Sin saberlo, Florencia recibió el último regalo de su abuela ya que esa noche, la pobre anciana, de ochenta y tres años murió de una insuficiencia cardíaca.

Florencia se aferró a ese collar como una unión entre ellas, más allá del tiempo. Era un collar muy preciado por su abuela y le pidió que lo cuide como si se tratase de su vida, que la iba a proteger de fuerzas oscuras. Esto le daba vueltas en la cabeza, pero no era de extrañar, pues de tantas historias que le ha contado, alguna que otra vez recibió alguna advertencia de algo o por algo.

La joven sufría de pesadillas y desde que murió su abuela se habían intensificado. Ella no lo sabía, pero tenía un don, el don de los sueños. Algunos sueños eran premonitorios, otros ibas más allá y eran un medio para comunicarse, para ver...

Comenzó a soñar con su abuela. Estaban en un lugar blanquecino, no se distinguía bien, cuando se acercaba, su abuela dejaba de sonreír y al voltearse su rostro se desfiguraba y unos tentáculos negros que salían de una bruma oscura la envolvían y casi no tenía oportunidad de defenderse, solo veía desesperación en su rostro que siempre era normal cuando los tentáculos la envolvían.

Días después del sepelio, Ella acompañó a su padre a limpiar la casa de su abuela y resolver el tema de sus pertenencias. Cuando estaba sacando la ropa del ropero, para meterla en cajas y llevarlas. Encontró una especie de recoveco. Encontró un libro y una libreta. El libro estaba encuerado, era grueso de tapa dura con un símbolo extraño que ella no pudo reconocer. La libreta tenía anotaciones y registros de sucesos.

Florencia le dio una hojeada en general. Encontró una nota con su nombre fechada hace 4 años atrás; donde dejó registrado un sueño premonitorio. Ella le dijo a su abuela que habría un accidente. Horas más tarde le informaron que el hijo del primo Roberto se accidentó en la moto. Le llamó la atención las palabras remarcadas: ella tiene el don.

Avanzó páginas para buscar otras anotaciones sobre ella y las encontró con frases como: Creo que Florencia tiene el Don o Ella es sensitiva o algo que le dio escalofríos: está en peligro... él vendrá a buscarla. Intentó determinar a quien se refería pero no encontró nada más que indicios de que su abuela realizaba rituales de protección a Florencia.

Sintió que alguien mencionó su nombre, al firmar bruscamente, le pareció ver algo en el espejo... parecía su abuela, pero no llegó a distinguirla.

El trabajo en la casa de su abuela fue arduo. Dejó la habitación un momento y se puso a hacer otras cosas. Junto todos los papeles, libros y cuadernos en una caja para leerlos con tranquilidad mas adelante.

Comió con cierta rapidez, no estaba muy interesada en el plato y menos en ver la televisión y programas de debate político que mira su padre. Más pronto que tarde sube a su habitación y abre el diario de su abuela. Se tomó su tiempo para leerlo, haciendo énfasis en aquellas notas en las que hablaba de ella.

26 de julio

La entidad volvió a manifestarse y luego lo hizo en sueños, Ha señalado a mi nieta nuevamente. Por la mañana pronunciaré un conjuro más potente, aunque "bloquear" su poder es algo evidente, no está funcionando bien. Temo que despierte.

Florencia siente como si estuviese leyendo un narrativa de fantasía. Llegó a negar lo que sus ojos leen.

5 de agosto

Hablé con el padre Juan. Intentaremos esta vez expulsar al ente de una vez y para siempre, pero si algo sale mal, temo que no podré ayudar a mi nieta. Le pediré al padre que la proteja por si algo llega a pasarme.

Un escalofrío recorrió su espalda. Se pregunta si hay algo que quiere hacerle daño. Ella nunca ha sentido nada, pero ya está sugestionándose. Miró al espejo y siente incomodidad, aparta la vista hacia la puerta entornada del armario y se siente incómoda. Cree que es momento de dejar el diario, pero tiene curiosidad, quiere leer más y mira otra nota:

Selección de cuentos olvidadosWhere stories live. Discover now