La tranquilidad antes del solsticio es muy extraña, de repente cada situación comprometedora en la que me hubiera visto involucrada era ignorada, todos se encontraban trabajando en los preparativos para el festival, Astrid apenas se le podía ver su sombra, tenía días que se encontraba encerrada en los templos y atrás de ella usualmente se veía a Olivia Grann.
Tyre comparte más tiempo a solas conmigo que con cualquier otra persona ahora, esto debido que al hacer magia podía olvidar por algunas horas sus propios problemas, no sabía si había vuelto a discutir con Olivia, pero cada vez que hacía algún hechizo la potencia de este era descomunal.
—Hoy practicaremos con los hechizos de escudo, ¿Has intentado hacer uno alguna vez? —pregunta.
—Solo se lo teórico, son escudos para que nadie pueda llegar a tocarte o algún embrujo rebote sobre la persona que lo lanzo.
—Un speculum es un hechizo para que a tu contrincante le rebote su propio poder, mientras que un protegas me sirve para protegerte de cualquier mal, son los dos principales protectores que podrán servirte en la vida allá afuera, comenzaremos con un protegas me, ¿te parece bien?
La postura de Tyre era firme, el sabía lo que estaba haciendo cuando se ponía en posición de ataque, su mirada cambiaba de amabilidad a intimidante, lucia como si me estuviera desafiando para que yo diera un mejor golpe, si alguien me hubiera dicho que él podría lucir tan peligroso de esta forma no lo hubiera dudado, su magia no se desprende de su ser como lo hace la de Astrid, sino que se mantiene adherida esperando el momento exacto para que la usen.
—Estoy lista cuando tú lo estés —respondo.
Mi cuerpo se alzó por los aires unos metros antes de caer sobre la dura tierra, trate de ponerme de pie, pero fue una mala idea, el mareo llego antes de lo esperado, no pensé que su escudo protector fuera tan fuerte que me hiciera rebotar por los aires, pero al parecer si lo es.
—¿Estas bien? —. Pregunta
—¿Te parece que estoy bien?, ¿Qué diablos fue eso Tyre? Llevas días tratando de explotar algo, pero eso no significa que tenga que ser yo.
Me ayuda a ponerme de pie más despacio de lo necesario, un leve ardor procede de mi mejilla, pero lo ignoro, sé que no tengo que ser tan dura con él en estos momentos, pero si no llega a controlarse los del consejo se percataran sobre sus actitudes extrañas y ahora no es un buen momento para que tenga que ir a presentarse al jurado con los ancianos.
—En verdad lo siento Marah, lo último que quería era hacerte daño, lo juro, solo es que son muchas cosas en mi mente que mi magia actúa por si sola.
—Tienes que ser más precavido, no podemos dejar que nos descubran.
—¿Crees que no lo sé?, no eres la única que está arriesgando su vida aquí —dijo con desdén.
—Nadie te pidió que lo hicieras, si no recuerdo mal estas teniendo algo a cambio de ayudarme.
La decepción llego antes de lo esperado a mi mente, que ridícula idea me parecía ahora que Tyre, estuviera haciendo esto como un gesto de amabilidad que marcaba la diferencia entre él y los demás, solo era un egoísta del monto que me ayudaba por su propio beneficio.
—Sabes que no refería a eso Marah.
— Entonces ¿A qué te referías?,¿Qué ganas con arriesgarte a ser repudiado por todo el aquelarre?, ¿Qué vale más la pena que tu propia familia?
Estaba cansada de ir a un punto a otro donde no tengo respuestas, si él está ayudándome necesito saber porque realmente sacrifica su reputación aquí, su silencio me causaba incertidumbre, un monto de voces estropean mi razonamiento en estos momentos, ¿realmente quiero saber sus motivos?, tal vez todo esto era un plan que terminaría en traición, pero era imposible si Madame Lilith confió en el para que me brindara ayuda dudaba que esto terminara en una traición.
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La maldición de Marah
FantezieLa familia de Marah Bach ha sido maldita desde siglos atrás para permanecer en el Aquelarre de Ankara, obligada a suprimir su magia desde que nació, busca poder escapar para encontrar su libertad. En un mundo donde todos te dicen que el único error...