Change.

Capítulo 2. Él.

Me quedo mirando su cara por lo que parece ser una eternidad. Su pelo es castaño oscuro, ni muy corto ni muy largo, sus ojos son de un color chocolate que me encanta, también tiene varios lunares repartidos por la cara que le hacen súper adorable. Resumiendo, es el chico más guapo que he visto en mi vida.

-¿Hola? ¿Estás ahí?-Dice pasando varias veces la mano por delante de mi cara.

-Emm s-si si, perdona.-Digo parpadeando varias veces y apartando la mirada. Si sigo mirándole me entrará un ataque. ¡Es demasiado guapo!

-¿Estás bien? Te has pegado un buen golpe.. Siento haberte asustado, no pretendía que te cayeras del banco.-Dice rascándose la nuca y mirando hacía otro lado.

-No no, tranquilo estoy acostumbrada a caerme de los sitios.. Osea, no es que me caiga siempre de los bancos es que soy un poco patosa y.. B-bueno q-quería decir que.. Si, estoy bien.- Genial, ya me he puesto nerviosa. Ahora pensará que soy rara.

Se ríe y me tiende una mano, se la cojo y me levanta. Lo hace con demasiado ímpetu y me acabo chocando contra su pecho. Joder, que alto es. Me encanta.

-Y-yo.. Lo siento.- ¿Por qué no puedo parar de tartamudear? Al final pensará que tengo un retraso. Me aparto un poco y el vuelve a reír.

-No es nada.. Por cierto me llamo Dylan.- Dice volviendome a tender la mano. Dylan. Me gusta ese nombre, además le pega. Después de repetir en mi mente unas cuantas veces más su nombre le tiendo la mano.

-Nina.-Le digo sonriendo tímidamente.

-Bonito nombre.-Dice sonriendo de una manera súper-hiper-mega-adorable. Me sonrojo y aparto la mirada. Como siga sonriendo de esa manera voy a explotar.

-G-gracias...- Me doy cuenta de que nuestras manos todavía están cogidas y aparto la mía rápidamente. Él carraspea y se sienta en el banco invitándome a que haga lo mismo. Me siento y el vuelve a hablar.

-Por cierto... ¿Por qué llorabas?-Dice mirándome de una manera que me hace querer besarle. Caray, nunca me había pasado esto. Aparto la mirada y miro al suelo.

-Y-yo.. B-bueno, no he tenido un buen día. - Se me nubla la vista ante los recuerdos.

-Hey tranquila, no quería.. Bueno sea lo que sea puedes contármelo, se que nos acabamos de conocer pero..-Me coje de la mano y dice- Puedes confiar en mi.

Miro nuestras manos y luego le miro a él. Y en ese momento lo sé. Sé que puedo confiar en él.

-No quiero aburrirte con mis problemas.. Además te aviso de que cuando empiezo a hablar no puedo parar.- Río nerviosamente y para mi sorpresa él también lo hace.

-No pasa nada, además como ya te he dicho puedes contarme cualquier cosa.- Sonríe y esa es la señal que me hacía falta para comenzar a contarle mi día de mierda. Él escucha atentamente y no me interrumpe en ningún momento.

-...Y después he salido corriendo hasta llegar aquí.- Finalizo mi relato con un suspiro. Me mira unos segundos antes de empezar a hablar.

-He de decir que has sido muy valiente a la hora de decirles todo lo que piensas, no todo el mundo es capaz de hacerlo.- Me siento orgullosa de mi misma en ese momento.

-Por otro lado, no le des demasiada importancia. Seguramente hasta que tú se lo has dicho no se han dado ni cuenta. Ya verás como de ahora en adelante todo irá a mejor. Además seguro que cuando tú tenías novio también estabas por las nubes.- Dice dándome un leve codazo haciéndome reír.

-Pues no la verdad es que no, nunca he tenido novio.

-¿De verdad? No lo parece.- Dice con cara de sorprendido.