Capítulo 12. Quiero hacerlo

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Salimos del parque y nos dirigimos hacía su casa, allí no hay nadie ya que su hermanita y su madre se han ido a pasar el día fuera. Me ha dicho que un día quiere presentarmelas pero yo no estoy tan segura ¿Y si no les gusto? ¿Y si les caigo mal? ¿Y si no aceptan nuestra relación? Todas esas preguntas rondaban mi cabeza hasta que Dylan llamó mi atención.

—Tierra llamando a Nina, hola ¿Hay alguien ahí?—Dice pasando la mano repetidas veces por delante de mi cara.

—¿Qué? Oh si, perdona.—Salgo de mi empanamiento mental y Dylan ríe.

—Te estaba diciendo que podíamos ver una película en mi cuarto.—Dice y a mi se me iluminan los ojos.

—¿Y podemos hacer palomitas? Por favor, por favor, por favor di que siiiiii.—Digo estirandole del brazo y saltando como una niña pequeña.

—Me recuerdas a mi hermana cuando me dice que le cuente un cuento.—Dice riéndose.

—¿Y eso es malo?—Le pregunto.

—Para nada, es jodidamente adorable.—Se gira y me da un corto beso en los labios. Yo sonrío como una tonta sin poder evitarlo.

—Ahora que lo pienso, no he llamado a mis padres. No se si me dejaran. ¿Qué pasa si no me dejan? Yo quiero estar conti—Dylan me interrumpe poniéndome un dedo en los labios.

—Eso ya está solucionado, no tienes que preocuparte por nada.—Dice sonriendo.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué has hecho?—Digo con miedo de la respuesta.

—Pues.. Hablé con tu madre.—Cuando lo dice me quedo parada. Con mi madre. Ha hablado con mi madre. Ay dios mío.

—¿Y qué le dijiste?—Digo yo intrigada.

—Pues le dije que nos habíamos peleado y que quería hacerte algo especial para que me perdonaras y ella me dijo que contaba con su apoyo y que me ayudaría con lo que hiciese falta. También me dio las gracias por hacer tan feliz a su pequeña.—No se si reír o llorar.

—¿En serio te dijo eso?—Digo yo impresionada.

—Si bueno, también me dijo que usáramos protección y que un día tenía que ir a casa a conocer a la familia.—Dice riendo ligeramente.

—Dios.. ¡Qué vergüenza!—Digo tapandome la cara.

—No seas tonta, tu madre es encantadora y bastante graciosa he de decir.—Dice rodeandome con sus brazos y soltando una carcajada.

Llegamos y subimos a su cuarto, me dice que elija la película mientras él hace las palomitas. Esta vez decido poner una de vídeo. Anabell. Se que me voy a cagar de miedo pero bueno ¿Para eso está el novio no?

Nos tumbamos en la cama con el bol de palomitas y le damos al play. Cojo un puñado de palomitas cada vez que meto la mano en el bol y me las meto todas a la vez en la boca, pero muchas no entran y acaban perdiéndose.

Justo cuando pegan un grito yo salto del susto y las palomitas vuelan, las busco a tientas sin despegar los ojos de la pantalla. De repente oigo un gemido y me giro para mirar a Dylan. Se está mordiendo el labio y su cabeza está apoyada en la pared. Miro donde tengo mi mano apoyada y la quito rápidamente.

Le he tocado la polla. Joder.

—Oh dios mío ¡Perdón! ¡Lo siento! Yo buscaba las palomitas y.. Mierda que vergüenza.. ¡Lo siento!—Me tapo la cara con las manos intentando ocultar mi cara sonrojada. Oigo su risa y luego sus manos quitan las mías de mi cara.

—Nena, no pasa nada. Ha sido un accidente no te preocupes ¿vale?—Yo asiento y me muerdo el labio. Esta muy cerca y yo sólo quiero besarlo. Me abalanzo y le beso, él se sorprende pero me sigue. Nos besamos desesperadamente, he echado tanto de menos sus labios, su tacto.. Necesito mimos.

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