Eterna

Verlas Muertas

No vas a venir y no está a discusión, Alexandra -dije sería mientras me ataba el cabello en una coleta alta-

No eres mi jefa -afirmo molesta-

La mire sería, dispuesta a encerrarla en este lugar si no cedía a mi orden, pero mi intento de enojarme con ella se fue al carajo cuando la observé con sus ojos que buscan amedrentarme, con sus labios fruncidos, sus manos hechas puño y esa actitud de maldita... ¿Cómo es que una vampira puede verse tan linda enojada? No tengo idea, pero sé que ella luce hermosa de todas las formas posibles. Me acerque a ella lentamente, ella no se inmutó al tenerme cerca, ni tampoco cause nada en su mente.

No me asustas, Gianna... Sería ridículo que me asustaras después de recordar lo tímida y tierna que eras -ambas sonreímos al recordar eso-

Amor... -tome su rostro entre mis manos- no quiero ponerte en riesgo... Ya estuve apunto de perderte para siempre y aunque no ocurrió, te perdí durante mucho tiempo... Estuviste ahí dormida -señale la estúpida cama- y nada me dolía más que verte ahí... Sin tener la oportunidad de ver esos hermosos ojos que siempre han sido mi perdición... Ya no quiero perderte, Lexa...

La morena me miró con una sonrisa débil en sus labios, supe lo que está pensando... Ella cree que estoy haciendo trampa para que se quede y es totalmente cierto.

Tienes toda la razón -sonrei-

Deja de meterte con mi mente, Gianna -suspiro-

Deja de ser tan terca y quédate aquí... A salvo -ella suspiró-

Bien -dijo finalmente- me quedaré aquí... A salvo -bese sus labios efímeramente- pero tienes que prometerme que la vas a traer...

A salvo -ella asintió- te lo prometo, mi amor

Gracias -bese otra vez sus labios- vuelve lo más pronto posible...

Así lo haré -le sonreí antes de salir de la habitación-

Use mi velocidad para llegar en un suspiro a la puerta principal, la abrí revelando a el pequeño ejército que logré reunir en tan solo un momento y que está formado por: los creadores, Carter, Adara, Samantha, Tamara, Grey, Teresse, Marcus y Jade, estaba última no estaba en el plan inicial, pero tuve que ceder a traerla por qué después de todo se trata de su hermana.

Bueno... Es hora de irnos -afirme- ¿A dónde Teresse?

Al antiguo templo de la Luna Roja... -afirmo- 

¿Es en serio? -pregunte fastidiada-

Si, mi señora -afirmo la bruja-

Que estupidez -suspire-

El mismo lugar en donde paso lo de Alexandra... -asenti a lo que dijo Tamara-

Solo que está vez no vamos a perder a nadie... ni a Lexa, ni a Selena o a nadie -todos asintieron-

Empezamos a correr en dirección al lugar, no está muy lejos, pero si es difícil llegar a el ahora, pues después de todo lo que ocurrió con Alexandra, ese lugar fue cerrado por la falta de respetó que había tenido Tessa con el lugar sagrado de la Luna Roja y se creo uno nuevo al otro lado de nuestro territorio, así que el antiguo templo ahora está habitado por otros seres... Solo eso sabíamos, pero tomando en cuenta los hechos sé que esos "seres" son un montón de humanos y una vampira demente. Nos detuvimos unos metros antes de llegar al lugar, todos me miraron esperando indicaciones.

Quiero que todos se encarguen de los humanos, pero dejen a Tasha para mí y Marcus, por ningún motivo quiero que alguno de ustedes se meta con ella... -ellla asistieron- y Jade, quiero que te quedes al margen de la pelea con los vampiros y te mantengas cerca de Carter

Si, Gianna -respondio la rubia-

Vámonos -dije y rápidamente todos retomamos nuestro camino-

Al acercarnos pude leer los pensamientos alertas de las personas, todos sabiendo que el enemigo está llegando y empezando con sus inútiles tácticas de defensa, un sujeto entro en pánico y empezó a disparar en nuestra dirección, fui más rápida que sus balas y en un segundo tenía su cuello entre mi mano, lo levanté de el suelo y una sonrisa burlona brotó de mis labios antes de romperle el cuello; empezaron a salir mas humanos de el templo, todos armados con cosas desde pistolas hasta algunas cosas más rudimentarias como dagas, hachas y ese tipo de cosas. Mis chicos atacaron matando a todos los humanos que salían por montones; vi la intención de una chica de atacar a Jade, la chica se lanzo sobre la rubia que trato de defenderse inútilmente mientras Carter lucha con otro grupo de humanos, me lancé sobre la chica quitandola justo antes de que diera eo último golpe hacia Jade, la azote contra el suelo y luego mordí su cuello arrancando un pedazo de su carne, la sangre empezó a brotar de una forma excesiva y yo solo deje a la chica ahí muriendo lentamente.

Llevate a Jade de aquí, sabía que era mala idea traerla -dije hacia Carter, el solo asintió y sin mas se llevó a la pequeña rubia-

Seguí matando a los humanos mientras caminaba hacia la entrada de el lugar, pronto estuve dentro donde todo se quedó sumido en el silencio, puse atención y logré escuchar un grito de Selena, corrí en dirección al lugar encontrándome con una puerta muy grande.

Esta adentro -afirmo Marcus llegando a mi lado-

Lo sé -sin más abrí la puerta y la escena me paralizó-

Ahí está Tasha perforando una y otra vez el cuerpo de Selena con una daga dorada muy parecida a la que uso Tessa con Alexandra, la rubia grita de dolor y por su apariencia diría que está apunto de morir.

¡Detente! -grite haciéndome notar-

La pelirroja me miro con diversión y Selena solo me miro con súplica, me sentí mal de inmediato al verla en ese estado... Esta muy herida y débil.

Que situación tan romántica -dijo Tasha con una sonrisa burlona- Gianna llegó a salvar a su amada... ¡Oh! ¡Espera, Gianna! Alexandra no está aquí... aquí solo está el reemplazo que le conseguiste -jalo el cabello de Selena haciendo que su cabeza se alzara-

La escuché respirar con dificultad, me miro con tristeza y no pudo decir nada.

¿Que es lo que quieres para dejarla ir? -pregunte caminando hacia la pelirroja-

Detrás de mi viene Marcus junto a Teresse, a lado de la pelirroja se pusieron un inmortal que supongo que es Callum y también Mackenzie... La chica que Selena conoció hace poco tiempo.

Pues verás... Lo que quiero es verlas muertas -afirmo con el odio reluciendo en sus ojos-

Pues trata de matarme -susurre-

No tuve que decírselo de nuevo, ella corrió en mi dirección atinando un golpe en mi abdomen que me mandó al suelo.